Carlos Sainz tomó ayer el mando del Dakar, gracias a la segunda posición conseguida en la quinta etapa y al saber aprovechar una avería del francés Stéphane Peterhansel, hasta ayer líder de la prueba en la categoría de coches.

El estadounidense Mark Miller (Volkswagen) fue el triunfador del día. Sainz llegó a poco más de dos minutos de su compañero de equipo mientras que el qatarí Nasser Al Attiyah (también con Volkswagen) fue tercero. Sainz, de este modo, comenzó a cumplir el objetivo de situar su Volkswagen por delante del de sus compañeros, para que de este modo, cuando la prueba entre en la fase decisiva y lleguen las órdenes de equipo, el piloto madrileño se convierta en el líder indiscutible y el resto de Wolkswagen deban ayudarlo.

Peterhansel (BMW) tuvo una jornada nefasta ya que sufrió problemas mecánicos que lo obligaron a detenerse durante una hora y media.

En motos, Marc Coma sufrió un nuevo percance, en este caso en la rueda trasera cuando era líder y permaneció detenido durante 40 minutos, contratiempo que lo aleja aún más de la cabeza de la carrera. Entró a 39.35 minutos del vencedor del día, el chileno Francisco Chaleco López, y está a más de una hora y cuarto de Cyril Despres.