La sede, bendecida por un sacerdote local que citó a San Pablo, fue definida por los responsables federativos como "la mejor que hay en la región" y completa así el ciclo de reformas en las delegaciones, que empezó en Mérida y siguió en Plasencia. Se ha financiado tras la venta de unos terrenos que poseía la Federación Extremeña. Ahora existe un proyecto para hacer una nueva central en Badajoz.

En la imagen, Francisco Muñoz, Angel Villar y Juan Espino Navia bromean durante el acto en el que se descubrió una placa conmemorativa.