A Santiago Polo Bernabé, futbolísticamente ‘Santi Polo’ (Majadas de Tiétar, 1 de febrero de 1980) se le acumulan las estadísticas positivas en su carrera. «Con la de este año serán ya 11». No, no sumarán 11 años de profesional. Serán 11 temporadas de fases de ascenso, un número al que pocos futbolistas habrán llegado. Lo cuenta con orgullo el veterano lateral del Cacereño, ilusionado como un niño ante lo que se avecina.

Santi Polo, con tantas batallas a cuestas, comienza por aclarar que «en Don Benito dimos un paso de gigante y evidentemente estamos mucho más cerca, pero no está hecho». Lo de ser campeones tiene muchas posibilidades de concretarse, asume, pero antepone la prudencia. «En condiciones normales tenemos que ganar dos partidos de cuatro», recuerda.

Pudiera ser que venciendo al Extremadura B el domingo (12.00 horas, Príncipe Felipe) bastase si después el Amanecer puntúa en Badajoz (18.00 horas, Nuevo Vivero), pero en el Cacereño la verdadera cuenta que se dice que se maneja es respetar a los contrarios e ir a los puntos en cada compromiso. «Vamos a ver si en Montijo, sí, pero hay que hacer lo posible por conseguirlo cuanto antes», desea.

«Conociendo a Adolfo (el técnico), nadie se va a relajar aquí», dice el zurdo, pensando ya en la fase definitiva . ¿Ascender? Con evidentes tablas, lo ve muy factible. «Yo creo que lo podemos conseguir porque este equipo tiene de todo: calidad, experiencia y gente joven con ilusión de hacer grandes cosas». Entonces también, anticipa Polo, «el entrenador no va a permitir que se nos escapen los pequeños detalles, que son los que te hacen ganar eliminatorias».

Polo también habla sobre la sana rivalidad por el puesto de lateral izquierdo con Pablo Molina. «Es un tío extraordinario, y además con unas grandes condiciones». Su relación personal y profesional es, dicen ambos, muy buena, y de hecho el defensa gaditano ya lo refrendó en este diario hace un par de semanas, justamente antes de salir de la alineación titular en favor del extremeño.