Hace ya más de 20 años, el 17 de mayo de 1997, un juvenil Santi Polo debutó en Tercera División. Fueron solo 19 minutos, suficientes para marcar su primer gol en la categoría. Entonces, como ahora, defendía el verde, pero era el verde del Moralo, que este domingo será el rival del equipo que capitanea, el Cacereño. «Aquel Moralo era impresionante, como el de ahora, y para mí fue increíble jugar junto a los que entonces eran mis ídolos y ante más de mil personas en la grada».

Era el último partido de la temporada 96-97 y el Moralo, ya clasificado para la liguilla de ascenso, daba descanso a sus jugadores habituales. Eso no impidió que superara 3-0 al Santa Amalia para sumar su partido número 19 sin perder. Santi Polo hizo el tercero de los moralos, un equipo en racha, como ahora, cuando es líder después de diez jornadas en las que ha sumado nueve victorias y un empate. «Estoy muy contento por ellos, porque les ha costado mucho levantar el club», dice Santi Polo, que confiesa tener buenos amigos en el Moralo, «alguno es casi como un hermano». Su padre y su hermano son socios del equipo de Navalmoral, pero el lateral del Cacereño avisa: «Si el domingo juego, saldré a dar todo lo que tengo e incluso un poco más».

Veterano / Después de aquel debut en Tercera, pasó al Espanyol y desde entonces son muchos los colores que ha defendido. Ahora, en el Cacereño, con 37 años, es el veterano de un club que «debe volver a pelear por el ascenso», afirma sin un atisbo de duda. «Soy el mayor y por eso no paran de meterme caña», dice el jugador entre risas. «A veces desde la grada me dicen que lo deje, que estoy viejo; pero en muchos otros sitios me felicitan por seguir jugando». «¿Retirarme? Ni se me pasa por la cabeza, lo pienso y me pongo a sudar. Mientras pueda seguir, en todos los aspectos, no solo el deportivo, estaré ahí. Tengo la misma ilusión de hace 20 años y los días de partido siento los mismos nervios. El fútbol es mi vida», cuenta.

CAMBIO RADICAL / Como alguno de sus compañeros, Santi Polo reconoce que si en agosto le dicen que el equipo iba a ser colíder en la jornada diez, no se lo hubiese creído. «Hubo momentos duros, en los que incluso te planteas si merece la pena tanto sufrimiento». Casi tres meses después del inicio de la pretemporada, la respuesta a esa cuestión es muy clara: sí. «Ahora tenemos una plantilla muy competitiva, creo que incluso mejor que la que había la campaña pasada», dice el lateral, que matiza su afirmación: «Si comparamos un once con el otro, son muy parejos, pero ahora hay 20 o 21 futbolistas listos para jugar y entre quien entre el nivel va a ser el mismo».

Para el domingo espera un partido difícil, en el que confía en contar con un apoyo masivo desde la grada. También cree que será duro el guardameta David Jiménez, uno de los encargados, junto a Lopito, de mantener la portería a cero después de diez jornadas. «Tengo ganas de enfrentarme a ellos», confiesa el meta, que la temporada pasada coincidió en el Coria con cuatro futbolistas que ahora juegan en el Moralo: Álex Pintado, Jorge Cano, Dani Herrero y Rulo. «Estar donde están no es fácil. Algo estarán haciendo bien cuando son líderes», apunta Jiménez.