Lo proclamó públicamente Sergio Scariolo. Y lo repitieron todos y cada uno de los jugadores después de dejar en la cuneta a Grecia. "Estamos muy motivados. Todos estamos muy metidos. España no ha ganado nunca un campeonato de Europa en su historia y lo quiere ganar. Estamos donde muchos más han estado en este momento con grandísimos jugadores, entrenadores y directivos. Estamos otra vez ahí. Ahora, hay que dar el último paso, porque para eso hemos venido, para entrar en la historia", dijo Scariolo con solemnidad.

"El hecho de que sea este uno de los títulos que no hayamos ganado nunca supone una motivación extra para nosotros", admitió Pau Gasol, después de darse un abrazo cargado de significado con su hermano Marc y celebrarlo en la pista.

Ese fue el único gesto que se permitieron los jugadores. El denominador común fue la moderación. Nadie quiere que un exceso de confianza les perjudique a solo 40 minutos de su objetivo. "No ha sido nada fácil llegar a donde estamos. Han pasado dos años desde la final de Madrid y ahora tenemos más experiencia y nos damos cuenta de lo difícil que es estar en esta posición", remarcó también Marc Gasol. Su hermano Pau admitió que la experiencia de haber perdido dos finales del Eurobasket les permitirá estar más preparados. "Sabemos que se trata de una final y que va a ser un encuentro durísimo, que tendremos que afrontar al cien por cien de intensidad y concentración", aseguró el pívot de los Lakers. En ese sentido, Scariolo recalcó: "No tendré que motivar especialmente a mis jugadores. Al contrario. Tendré que calmarlos y darles tranquilidad".

DEFENSA FANTASTICA El técnico, por su parte, volvió a elogiar el enorme desgaste de sus hombres. "La defensa fue fantástica", dijo el preparador de Brescia. "Los jugadores han vuelto a hacer un gran esfuerzo mental más de concentración antes y durante el partido. El desgaste físico pasando los bloqueos ha sido enorme. Hemos jugado contra un equipo orgulloso, duro, muy intenso, pero hemos merecido ganar", apuntó Scariolo, que no quiso ahondar demasiado en el análisis de su rival. "Serbia es un equipo durísimo, que ya nos ganó en la primera fase y que cuenta con un gran talento individual y colectivo".