Michael Schumacher ya es más viejo que el sábado. Nació tal día como ayer en Hurt-Hermulheim, hace ya 41 años. Lo celebró metido en el gimnasio de su mansión suiza. Y lo hizo machacándose con un impresionante programa de preparación que sigue a rajatabla para que, aparecida la oportunidad de volver (la de Mercedes, evidentemente), no desaprovecharla. "Su cuello", explicó, el pasado viernes, Norbert Haug, máximo responsable del equipo Mercedes de F-1 y de todo lo que afecta a la estrella plateada en el sofisticado mundo de la velocidad, "está ya como una roca, resiste cualquier tipo de fuerza y esfuerzo. Lo tenemos a punto".

CUADRUPLE SESION Schumacher volverá a subirse en un monoplaza el próximo 1 de febrero en los primeros entrenamientos de la temporada, que se desarrollarán en Valencia, en el coqueto y diminuto Cheste hasta el día tres. Luego, regresará en una doble sesión en Jerez (del 10 al 13 y del 17 al 20 de febrero) y cerrará su puesto a punto en Montmeló (Barcelona), del 25 al 28 de febrero. Todo para salir como flecha plateada el 12 de marzo en los primeros entrenamientos oficiales del Gran Premio de Bahréin, que abre el Mundial el 14 de marzo. Nadie duda de que, pese a haber estado retirado tres años, pero no haber perdido ni un solo mes sin correr en algo muy veloz (motos, karts y turismos), Schumi tendrá suficiente con esas sesiones, que compartirá con su compañero Nico Rosberg, para recuperar el tacto de un F-1.

"En la F-1 --recuerda Haug-- siempre ha existido la lucha generacional, de ahí que la aparición de Schumacher no sea nada nuevo, como tampoco lo es su enfrentamiento con pilotos más jóvenes que él como Jenson Button, Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Sebastian Vettel. La F-1 no es un deporte donde cuente, esencialmente, la edad o la fuerza física como, por ejemplo, los 100 metros lisos".

VETERANIA CLAVE Para el jefe de Mercedes es evidente que lo más importante es "la experiencia, la inteligencia y la intuición. La F-1 no es el decatlón, aunque Michael está muy bien preparado".

Tanto Haug como Ross Brawn, el hombre que le ayudó tanto en Renault como en Ferrari a acaparar sus siete títulos mundiales, comparten la tesis de que "Michael aún está joven de cabeza". Fue la misma sensación, dicen, que tuvo Corinna, la esposa del campeonísimo alemán, cuando reconoció "haber visto la pasión por las carreras en el mismo momento que me habló de la oferta de Mercedes. En ese instante supe que volvería. El siempre ha sabido lo que hacía", añadió la esposa del campeonísimo alemán.