Que un equipo esté hecho a base de talonario no garantiza la victoria, aunque sí ayuda. Ejemplos hay muchos. Los hay en la Premier League, en la liga argentina y también en la Tercera extremeña. Con sólo mirar la clasificación, a falta de una jornada para que termine la primera vuelta se observa cómo los ricos, los que tienen más pelas , juegan una liga totalmente diferente a la del resto. Del Cacereño --octavo clasificado-- al Villafranca --noveno-- hay nada más y nada menos que diez puntos de diferencia. Un abismo que separa en dos un universo futbolístico cada vez más dominado por el marketing y galácticas deudas.

El domingo se enfrentan en Sierra de Fuentes el Cacereño y el Amanecer, dos conjuntos que viven estas dos realidades futbolísticas de manera muy diferente. El Cacereño, con unas estructuras internas renovadas, un presupuesto de los más altos de la categoría y el lujo de tener un autobús propio, no consigue arrancar esta temporada y vive en la delgada línea roja que separa el fracaso del éxito. En el otro extremo está el Amanecer, humilde en caudales, con jugadores cedidos del propio Cacereño y luchando contra el barro cuando llueve en el Municipal de San Isidro, se maneja con cierta soltura por segundo año consecutivo en el grupo XIV.

Y mientras esto pasa, y sin que los medios pongan la más mínima atención sobre si Ramiro está más fino con el gol que otros años o si Javi, el capitán, tiene alguna molestia; tres o cuatro noches a la semana, llueva o truene, haga frío o nieve, la plantilla a las órdenes de Fran Nacarino entrena con la misma profesionalidad que si preparara un partido en San Siro.

Confianza

"Esto sí que tiene mérito", afirma el director deportivo del Amanecer, Pedro Rocha, quien confía en que su equipo volverá a mantenerse en Tercera. "Estoy convencido. Tenemos una buena plantilla, con calidad y con ganas de hacerlo bien. Creo que después de una primera vuelta en la que la mayoría de los equipos fuertes ya han pasado por casa, lo normal es que esta segunda se nos dé un poco mejor", añade Rocha al mismo tiempo que reconocía que de cara al partido ante el Cacereño "los chavales están muy animados. Estamos necesitados de puntos y confío en que les plantaremos cara".

Una declaración amistosa de intenciones y un nuevo remake del David y Goliath versión futbolística que tiene un detalle más de romanticismo: los jugadores del Amanecer cobran 6 euros por barba y entrenamiento. Por los partidos, las gracias y poco más. Fútbol en estado puro. Sin conservantes ni colorantes. Sólo fútbol.