ESPAÑA: (28+19+18+24) Calderón (4), Navarro (22), Jiménez (5), Garbajosa (4), Pau Gasol (25) -cinco inicial-, Reyes (4), Sergio Rodríguez (2), Fernández (10), Marc Gasol (7), Mumbrú (4), Berni Rodríguez (2) y Cabezas (-).

LITUANIA: (11+19+12+25) Kalnietis (14), Kleiza (15), Zukauskas (5), Songaila (2), Dariujs Lavrinovic (17) -cinco inicial-, Delininkaitis (4), Javtokas (-), Macijauskas (-), Jasaitis (-), Gustas (2) y Kryzstof Lavrinovic (8).

ARBITROS: Mercedes (DOM), Maranho (BRA) y Pukl (SLO).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a los cuartos de final del Mundial 2006.

España mostró ayer su instinto asesino frente a Lituania en los cuartos de final del Mundial. Eso era lo que se envidiaba hace unos años de los grandes campeones. De aquellos equipos --sobre todo los de la antigua Yugoslavia-- que, además de ganar el partido, te pasaban por encima hasta dejarte en evidencia. Ayer España actuó con esa misma sangre fría. Arrolló sin piedad a su rival, al que dejó grogui con una salida arrolladora (11-3 a los tres minutos, 17-7 a los cinco minutos, 28-11 al final del primer cuarto). Después ya no le dejó respirar en todo el partido. Lo único que hicieron los jugadores españoles fue apretar más y más la soga hasta que Lituania se entregó, mediada la contienda.

Calderón fue el responsable de llevar adelante el plan, con una dirección sensacional, y Pau Gasol y Juan Carlos Navarro se encargaron de ejecutarlo con mucha profesionalidad. Como las estrellas que son. Lituania no supo cómo pararlos. Ni a ellos ni tampoco al resto de jugadores de España que fueron desfilando por la cancha, elevando las revoluciones de la selección en su camino hacia las semifinales.

DESQUICIADOS Si había alguna cuenta pendiente por aquella final del Europeo del 2003, en la que Lituania tumbó a España, quedó ayer saldada con contundencia. Será difícil que los lituanos la olviden con facilidad. Defensa asfixiante, un ritmo vertiginoso, canastas prodigiosas.

En el lado contrario, solo desconcierto e impotencia, empezando por Arvidas Macijauskas, que era el jugador al que más se temía en la selección. Macijauskas ayer no existió. Lo borró de la cancha la espléndida defensa española. Entre Navarro, Rudy Fernández y las ayudas que le dieron el resto de jugadores en cancha, el exjugador de la NBA acabó desesperado. Solo pudo lanzar dos veces y se fue sin anotar un punto.

En realidad, ayer no puede decirse que hubiera partido entre España y Lituania porque los dos equipos jugaron en planos diferentes. La selección, decidida a hacer historia. Con una ambición arrolladora. Los lituanos, en cambio, por evitar una derrota que, en algunos momentos, fue sonrojante (61-34).

Las rotaciones de Pepu Hernández volvieron a funcionar. Rudy Fernández, Mumbrú y Marc Gasol volvieron a tener minutos de calidad. Además, ayer el seleccionador pudo contar con un jugador más, ya que Felipe Reyes pudo ayudar al equipo, sobre todo en defensa.