No olvidará nunca esta semana. David Ferrer ha rematado su excelente temporada con la final de la Copa Masters. El mejor premio a un jugador que fundamenta sus virtudes en el trabajo y la humildad. Un talento tenístico que este año ha salido de la sombra de los grandes para alcanzar la final en Shanghái y colocarse en la quinta plaza a nivel mundial.

Ferrer ha sido la revelación del torneo. No estaba entre los favoritos, pero se ha ganado la consideración de sus rivales y de los aficionados chinos, que ni le conocían a pesar de ser el sexto del mundo. Hasta llegar a la final, David había ganado sus cuatro partidos y solo había cedido dos sets, uno ante Djokovic y el otro frente a Nadal.

El gran rival

Durante esta semana Ferrer se ha convertido en el enemigo público número uno del resto de jugadores del torneo. Ninguno quería enfrentarse a él. Desde el momento en que se supieron los emparejamientos de los grupos, todos le señalaban como un rival muy peligroso. Sabían que llegaba en forma y lo demostró desde el primer partido del grupo dorado en el que venció al serbio Novak Djokovic. Tras él cayeron Rafael Nadal, Richard Gasquet y Andy Roddick. "Está en un momento dulce. Ha venido sin presión y es capaz de ganar a cualquiera", afirmó Nadal tras perder con Ferrer.

No ha sido el único que le ha lanzado piropos durante esta semana. Roddick fue muy expresivo al analizar su juego. "Lo había visto muy bien en el Open de Estados Unidos, pero aquí está mucho mejor. Puede llegar a cualquier bola, no falla nada y parece que corre por la pista sobre ruedas", destacó después de perder las semifinales contra él. Ayer Federer también alabó su buen momento. "Ha hecho una temporada excepcional y ha acabado en plena forma".

El año 2005 ya estuvo a un paso de clasificarse para Shanghái. Pero esta vez no se le ha escapado. Desde que alcanzó las semifinales del Abierto de Estados Unidos, su objetivo final de la temporada ha sido jugar la Copa Masters. Logró los puntos necesarios en Madrid, pero desde mucho antes ha estado trabajando para llegar en la mejor forma al torneo.

"Todo perfecto"

Ferrer no recordaba ayer ningún momento malo en todos los días que ha pasado en Shanghái. "Todo ha sido perfecto. Nos han tratado de maravilla. Este torneo es increíble", decía. Para el tenista alicantino, convertido ya en el quinto jugador del mundo, todo ha sido nuevo. Se ha sentido tratado de forma especial y única por los organizadores. "En ningún otro torneo me han tratado nunca así, pero es lógico porque este es especial, aquí están los mejores del mundo". El jugador aún alucinaba del seguimiento de los aficionados chinos. "Es increíble. Te esperan en los entrenamientos, te regalan cada día cosas, eso no pasa en otros sitios", decía acostumbrado a pasar desapercibido en los torneos.

De las cuatro victorias que ha conseguido en Shanghái , Ferrer se guarda un momento muy especial para su recuerdo. "Si tuviera que elegir, me quedaría con el tercer set que le gané a Nadal", confesaba ayer haciendo un repaso al torneo. Ferrer sabe que esa victoria le abrió las puertas de la final que ayer jugó ante Federer. "Fue muy importante para mí. Me dio una inyección de moral especial".El futuro"Llegar a esta final del Masters ha sido lo mejor de un gran año para mí", valoraba ayer feliz Ferrer, consciente de que tendrá que seguir trabajando, "como hasta ahora o más todavía", para intentar mantener el año próximo el nivel de una temporada en la que ha ganado tres torneos (Auckland, Bastad y Tokio). Jugar en Shanghái le permite afrontar el futuro con mucha tranquilidad y seguridad.

"Llegar a esta final del Masters ha sido lo mejor de un gran año para mí", "como hasta ahora o más todavía", "Creo que he ganado confianza. Ahora entro tranquilo a la pista. No tengo miedo y siento que puedo hacer daño a cualquiera".A pesar de eso, Ferrer aún no se siente un auténtico top 5. Ayer, con su humildad acostumbrada, como ha venido haciendo todos estos días, evitaba cualquier comparación. "No se me puede comparar a Federer, Nadal o Djokovic. Creo que ellos están a un nivel bastante superior, no solo de mí, sino del resto de jugadores del circuito. No me veo cerca de ellos". Ferrer no quiso que sus padres fueran a verle en el Abierto de Estados Unidos cuando alcanzó las semifinales. Prefería no hacer cambios de última hora. En esta ocasión el jugador ha querido estar rodeado en Shanghái de toda su familia.

"No se me puede comparar a Federer, Nadal o Djokovic. Creo que ellos están a un nivel bastante superior, no solo de mí, sino del resto de jugadores del circuito. No me veo cerca de ellos".

"Esto es diferente. Es un momento muy importante para mí, un premio al esfuerzo de todos y quería que vinieran para que lo disfrutaran conmigo".