LA ESTADOUNIDENSE hizo buenos los pronósticos y aunque se vio contra las cuerdas debido a unos problemas en las costillas y espaldas, se impuso por 2-6, 6-3 y 6-0 a su compatriota Lindsay Davenport en la final del Abierto de Australia, para lograr su séptimo título del Grand Slam. En la imagen, festejando el éxito.