La luz que parpadea ante la próxima llegada a destino indica, a una ronda del final del Abierto Británico de golf en el campo escocés de Carnoustie, que a Sergio García, de 27 años, le ha llegado el momento de conquistar su primer Grand Slam, el Open Británico de golf.

Esto es así porque el castellonense (decimotercero del mundo) continúa liderando el torneo en solitario de forma ininterrumpida desde el primer día; porque su juego no sólo no se ha debilitado con el paso de los hoyos, sino todo lo contrario, está mejorando. Y, también, hay que admitirlo, porque el español afronta la recta final de un Grande sin la sombra atemorizadora de Tiger Woods, el mejor golfista del mundo que otras veces amargó un sueño, entre otros, al propio García años atrás.

Con Tiger Woods, el favorito, ya casi sin opciones (8 golpes le separan de la cabeza), el jugador castellonense se asoma a la mejor ocasión de su vida y por primera vez en un "Grande" como líder en solitario.

Anulada la sombra de Tiger, otro estadounidense ha tomado el relevo para intentar frenar el sueño de García. Steve Stricker hizo hoy 64 golpes (7 abajo y otros tantos ´birdies´) e igualó el récord del campo para colocarse a tres golpes del español.