En las navidades del año pasado los médicos del Sevilla comunicaron a Sergio Sánchez que tenía que dejar el fútbol por "peligro de muerte súbita". El exjugador del Espanyol se derrumbó, pero con constancia ha salido adelante. El pasado 20 de mayo se sometió a una operación de cinco horas en Hannóver. En junio volvió a Sevilla y entrena con el equipo desde septiembre. Las últimas pruebas han ido bien y espera volver a jugar a finales de diciembre.