El Sevilla visita al Spartak de Moscú con el reto de ofrecer su mejor cara en la capital rusa, tras las dudas surgidas por su segunda derrota de la temporada el sábado en Bilbao (1-0), y de afianzarse en el liderato del grupo E de la Liga de Campeones ante un rival que busca no descolgarse (20.45 horas).

Los andaluces afrontan esta tercera jornada en el máximo torneo continental como primeros con 4 puntos, frente a los 2 que suman el Liverpool y el Spartak y con el Maribor como colista con 1. Los sevillistas quieren hacer un partido redondo, y en parte lo necesitan, para zanjar sus titubeos, seguir firmes en la Liga de Campeones y de paso resarcirse de sus últimos tropiezos en Liga, con dos derrotas (Atlético y Athletic) en tres jornadas que han coincidido con cierto bajón en su fútbol y su efectividad goleadora.

El Sevilla llega con problemas en la zaga por las lesiones a esta cita muy importante para su devenir en la Champions, donde su objetivo es volver a pasar primer a octavos y después intentar desquitarse de su fiasco del pasado año ante el Leicester para alcanzar los cuartos por primera vez en este formato.

En Moscú Berizzo no podrá contar con sus capitanes: el luso Carriço y el argentino Nico Pareja, que jugó tres años con los moscovitas antes de llegar en 2013 al club sevillista; aparte del lateral galo Carole, no inscrito en la UEFA.

También está lesionado el francés N’Zonzi, un puntal en su medio campo, al sufrir el sábado un esguince de tobillo, y será duda hasta última hora el central danés Simon Kjaer, que también acabó en Bilbao con un golpe en la tibia derecha, con lo que, si no mejora, el argentino Mercado jugará de central con el galo Lenglet. El argentino Guido Pizarro suplirá a N’Zonzi y volverá al centro del campo su compatriota Éver Banega.