El Sevilla se medirá hoy en Estambul ante el Fenerbahçe turco con la intención de imponer su superioridad técnica ante las condiciones adversas, el frío del ambiente estambulí y la presión de la grada. El cuadro de Manolo Jiménez se encuentra en un buen estado de forma tras haberse situado la pasada semana en el campeonato español a cinco puntos de las plazas que dan opción a jugar la Champions.

Pero la máxima competición europea es cosa de duelos de gigantes y los hispalenses son conscientes de que el Fenerbahçe, actualmente segundo en Turquía a un punto del líder, venderá cara su eliminación.

A favor del Fenerbahçe, juega, sobretodo, la presión de los aficionados auriazules, que hace ya días agotaron las entradas por lo que el Sükrü Saraçoglu, con capacidad para 55.000 espectadores, registrará un lleno completo. Unos 2.000 aficionados sevillistas se han desplazado hasta Estambul para intentar contrarrestar la influencia de los hinchas turcos.

"Todos los futbolistas decimos que nos da igual jugar en casa o fuera. Pero el estadio del Fenerbahçe es diferente al resto: la hinchada grita y da mucho apoyo. Es un espectáculo", reconoció el defensa uruguayo Lugano.

Lo cierto es que el Sükrü Saraçoglu es un castillo para el Fenerbahçe, que no ha sido derrotado en los últimos 36 partidos disputados como local.

En las competiciones europeas, el Fenerbahçe ha ganado los últimos 4 partidos en casa y para encontrar una derrota habría que remontarse a la temporada 2005-2006, cuando fue vencido por el Milan.

Además los sevillistas deberán luchar contra las adversas condiciones climatológicas, pues el mercurio podría rozar los cero grados durante el partido.