cáceres89

araberri85

3Marcador por cuartos: 22-31, 46-48 (descanso), 61-61 y 89-85 (final).

3Árbitros: Enrique López y Vicente Martínez. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 700.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guille Corrales (13), Luis Parejo (6), Warren Ward (15), Rolandas Jakstas (3), Ola Keshinro (8) --cinco inicial-- Pol OIivier (3), Sergio Pérez (6), Robertas Grabauskas (0), Niko Rakocevic (26), Dani Martínez (9).

3Sáenz Horeca Araberri: Alec Wintering (18), John Dee (34), Kedar Edwards (12), Fede Uclés (3), Jhonatan Araujo (12) --cinco inicial-- Alex Mitola (0), Nemanja Mitrovic (2), Adam Pechacek (4), Daniel Lorenzo (0), Leo Cizmic (0).

Cortó el Cáceres Patrimonio de la Humanidad su racha negra de derrotas abultadas. Superó al Araberri (89-85) en una noche que empezó nublada, pero que terminó con un vibrante triunfo fundamentado en el acierto y el carisma de Niko Rakocevic. Sus 26 puntos, incluyendo cinco triples, fueron claves.

El resultado debe calmar un poco los ánimos, algo soliviantados últimamente, aunque algunos síntomas siguen siendo preocupantes, como la falta de continuidad en defensa y la excesiva dependencia del tiro exterior.

El conjunto local firmó un primer cuarto indigno, recibiendo canastas de todos los colores, sobre todo desde la línea de tres puntos. Fueron unos minutos terroríficos que encendieron a la grada contra su propio equipo, que concedía lanzamientos fáciles constantemente.

Luis Parejo había salido de titular, pero se evidenció que no estaba en condiciones. Más recuperado estuvo desde luego Rakocevic, que entró por él y supuso un cierto impulso, aunque eso no evitó la sangría defensiva. Faltaba poco para acabar el cuarto inicial y el Cáceres ya perdía por 19-31. El base visitante Alec Wintering era una centella indetectable y John Dee no fallaba ni una.

REACCIÓN NECESARIA / Casi nada funcionaba, empezando por el teórico referente interior, Rolandas Jakstas, sustituido por un Ñete Bohigas que le abroncó públicamente. Se espera más de él porque su retorno no está siendo el soñado.

Era obligado subir la intensidad y así se hizo, provocando que el Araberri empezase a no sentirse tan cómodo como entonces. Interesantes fueron los minutos de Dani Martínez y Sergio Pérez, porque casi lo único reseñable que hizo Robertas Grabauskas fue acumular tres faltas, incluyendo una técnica.

Mal que bien, y con el público esta vez cargando contra los árbitros, se pudo llegar al descanso muy metidos (46-48).

De regreso de vestuarios no se permitieron tantas alegrías ofensivas para unos y otros. El Cáceres seguía explorando su tendencia habitual de vivir o morir del triple. Y Guille Corrales empezaba a frenar a Wintering y al tiempo clavaba un par de canastas de esas de casta que le ponen mejor cara todo.

La remontada la culminó Rakocevic con tres tiros libres en el minuto inicial del último cuarto (64-63). Era la primera vez que los verdinegros se ponían por delante, pero la situación volvió a complicarse súbitamente con un parcial 0-7... que se cortó a tiempo.

A los tres últimos minutos se llegó con empate (76-76). Llegó entonces el show de Rakocevic: dos triples seguidos, celebrados encarándose con alguien de la grada (o del palco, quién sabe).

La pequeña ventaja obtenida gracias al genio y la inagotable puntería del montenegrino acabó siendo suficiente: el Araberri intentó llevar a la línea de tiros libres al Cáceres y la respuesta fue que entre Rakocevic y el intermitente Warren Ward anotaron cinco de los seis que lanzaron en los últimos 20 segundos.

Al final se pudo respirar, dando por terminado el -66 de los últimos tres partidos. Pero no siempre entrarán tanto los triples (16 de 37 intentos). Y ese día volverá a haber un problemazo.