Con cara de circunstancias apareció el técnico visitante en la improvisada sala de prensa. Se quejó de que su equipo "lleva cuatro partidos con la misma canción, no somos capaces de hacer gol y así es difícil ganar" y ni siquiera quiso valorar su gol anulado, "me coge muy mal para verlo". Dijo que "el tanteo ya no hay quien lo mueva, y cada vez queda menos" y se encomendó al gol.