Siete podios. Todo un registro. España situó ayer a siete de sus pilotos en los cajones del Gran Premio de Alemania. Un balance excepcional.

Es como el Tour, pero al revés. Es como en las bicis, pero con motor. Lance Armstrong, con 37 años y siete Tours en sus vitrinas, ha retado al campeón y, en la primera montaña de verdad, el muchacho, ese portentoso Alberto Contador, de 26 años, le ha metido un mordisco que le ha quitado el pinganillo.

Jorge Lorenzo, que, a sus 22 años, es bastante más atrevido que el veterano norteamericano, decidió hace mucho que, en cuanto pudiera, pelearía por quedarse con la lujosa caseta que Valentino Rossi, el treinteañero Doctor, habita en el jardín de Yamaha y, tras varios ladridos, tras forzarle a más de una carrera, tras arrebatarle más de un hueso, anoche se fue a la cama con el rabo entre las piernas, consciente de que a ese mastin no hay quien le ladre, no hay quien le tosa. Rossi no piensa asustarse tan facilmente y eso que sabe que si hay un bulldog que puede arrebatarle la comida, ése es Giorgio Lorenzo.

De ahí que el heptacampeón del mundo haya decidido no desaprovechar ni un solo entrenamiento, ni un solo gran premio, ni una sola conferencia de prensa para demostrar su dominio, para confirmar su reinado. Rossi se ha pasado estos días, en Sachsenring, levantando la patita y marcando su terreno.

El Gran Premio de Alemania, presenciado ayer por cientos de millones de telespectadores y 98.159 apasionados motards, fue la última esquina escogida por el Doctor para hacerle saber a Lorenzo que el rey de la manada sigue vivo y coleando. Tras un inicio arrollador de Casey Stoner, que cedió cuando su cuerpo dijo basta, y un arranque esperanzador de Dani Pedrosa, que concluyó cuando su tren delantero se desequilibró aún no sabe por qué, Rossi y Lorenzo se quedaron solos, muy solos, en cabeza.

"Pero Sachsenring no es Montmeló, aquí si empiezas la última vuelta primero, tienes muchas posibilidades de ganar porque es más fácil, mucho más fácil, correr a la defensiva y tapar huecos como he hecho yo", contó orgulloso Rossi. ¿El error de Lorenzo? "Tal vez haberme despistado y creer que faltaban cuatro vueltas cuando solo restaban dos. Tal vez no haberle atacado antes. Tal vez haberlo intentado en la primera curva de la última vuelta y no en la última curva del último giro como hizo Vale en Barcelona", reconoció un dolorido y tristón Lorenzo.

FESTIVAL El balance del Gran Premio de Alemania de motociclismo fue sobresaliente para los participantes españoles, puesto que aunque la única victoria llegó de la mano de Julián Simón (Aprilia) en 125, que además rompió el maleficio de hacer el mejor tiempo de entrenamientos y después ganar la carrera, prácticamente coparon las primeras posiciones.

A la victoria de Simón se unieron las siguientes posiciones de Sergio Gadea (Aprilia), Joan Olivé (Derbi), Nicolás Terol (Aprilia) y Pol Espargaró (Derbi), cinco en la cinco primeras plazas. Pero eso no fue todo, puesto que en los 250 c.c. hubo cinco españoles en las siete primeras posiciones. Ganó Marco Simoncellii con el japonés Hiroshi Aoyama (Honda) en la cuarta plaza, pero Alex Debón (Aprilia) peleó hasta por la victoria, Alvaro Bautista acabó en el podio y Héctor Barberá (Aprilia), Héctor Faubel (Honda) y Aleix Espargaró (Aprilia), fueron quinto, sexto y séptimo.