Poco a poco, paso a paso, entre el trote largo y el galope tendido, España va haciendo camino en Atenas. Los catastrofistas augurios de la primera semana han caído en el olvido y, superadas largamente ya las 11 medallas alcanzadas hace cuatro años en Sydney, el objetivo se va haciendo cada vez más y más ambicioso a medida que pasan los días y se va llegando al final de los Juegos.

La perspectiva de superar los 17 podios de 1996 en Atlanta ya se ve factible, y la de igualar los 22 de Barcelona-92 no parece imposible, al menos si tenemos en cuenta lo que está sucediendo en los últimos días, con una dinámica medallista.

MUCHO MAS Todo ello, gracias a un goteo triunfal que ayer prosiguió con la segunda medalla de doma clásica, la tercera de ciclismo en pista y la primera de la historia en voley playa, un joven deporte olímpico en el que la pareja Bosma-Herrera se quedó a las puertas del oro al perder ayer la final. El oro es lo único que se resiste a la delegación española, que sólo ha logrado uno, el del gimnasta Deferr.

Hoy puede agrandarse esa escueta lista con la regata final de la clase 49er, en la que Iker Martínez y Xabier Fernández disfrutan de una ventaja que, como mínimo, les garantiza el bronce, aunque ellos no renuncian a lo más alto. Con esa medalla in pectore que caerá hoy, España suma ya un total de 15.

La perspectiva de acercarse, igualar o incluso superar las 22 medallas del mágico verano del 92 y los 63 puestos de finalista (ocho primeros) de entonces ya no suena a quimera. Pero para ello no se admitirán fallos ni tropiezos, comenzando por la gran ilusión de este mediodía. El desenlace del duelo de hoy (13.30 horas, TVE-1) entre el que una vez fuera dream team y el equipo de ensueño va a marcar lo que resta de Juegos.

No se trata de la medalla de más o de menos que el resultado de hoy supondría, sino la autoestima que una victoria de este tipo --que, por otra parte, ya se ha dado en dos Mundiales-- significaría. Los deportes de equipo han tenido una actuación brillante en Atenas, pero flaquean en los estrados finales de la competición. El hockey hierba masculino deberá luchar por el bronce tras perder ayer su semifinal ante Australia (3-6), el waterpolo está fuera del podio --derrotado ayer por 7-5 ante Serbia y Montenegro--, lo mismo que el balonmano, y el básquet femenino luchará por la quinta plaza.

Una victoria de los exjúniors de oro sobre el exdream team podría dar gasolina extra para el esprint final del último fin de semana de Juegos. Paso a paso, día a día, el botín puede ser más sustancioso. Hoy mismo saltan a la palestra dos campeones del mundo, el triatleta Iván Raña y el taekwondoca Juan Antonio Ramos, y mañana lo hará el canoísta David Cal, favorito en dos pruebas. Son sólo ejemplos del potencial que todavía queda por explotar en estos Juegos.