Crecido y seguro de sí mismo en un marco distinto. Pista auxiliar del pabellón Ciudad de Cáceres. 12.35 de la mañana. José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, se sienta para protagonizar una rueda de prensa especial. Se trataba de hacer balance de la fase final a cuatro y de contar detalles sobre proyectos futuros.

El singular auditorio está lleno de periodistas, pero también de curiosos, de técnicos y de directivos, que habían acudido a una mesa redonda anterior. A última hora llega, incluso, el director general de Deportes de la Junta, Fabián Quesada. La mezcla es extraña.

El problema con Pepu Hernández sobrevolaba el ambiente. En teoría la comparecencia de Sáez no debía tratar el conflicto entre el seleccionador y la federación, pero finalmente salió a colación.

"Nos reuniremos el martes y las valoraciones se las voy a hacer a él, porque creo que se las debo mostrar a él por respeto. Se han dicho muchas cosas sobre este tema y como después convocaré una rueda de prensa, prefiero decírselo primero a quién se lo tengo que decir y después hacer una valoración pública porque la gente se merece conocer las verdades", explicó Sáez.

Cuestionado por si el actual seleccionador está más cerca o más lejos de Pekín, el máximo responsable del baloncesto español quitó hierro ironizando sobre el tema. "Lo que está lejos es Pekín, está muy lejos, lo demás no quiero, ni me gusta tampoco frivolizar sobre ello, lo que quiero es que las cosas sean muy claras". Sáez recordó que la cita asiática no será la primera bajo su mando: "Si voy a los Juegos yo, será el undécimo campeonato bajo mi responsabilidad, todos saben cómo hemos trabajado y lo que hemos hecho dentro de la selección, porque hoy esto es una gran familia". Todo apunta a que Pepu será relevado.