En un equipo que emplea mucho a los laterales en ataque, Roberto Carlos ejerce, desde hace mucho tiempo, de extremo izquierdo. Ahora, dejar ambas bandas exclusivamente para él y Michel Salgado puede resultar temerario. Eso ocurrió desde el primer minuto ante el Valencia y pudo comprobarse cómo se multiplicaron los riesgos defensivos que corre el cuadro blanco. Tanto Beckham como Figo buscaron el centro y el atasco en esa zona resultó monumental, mientras que las bandas se utilizaron muy poco porque los hombres de Benítez supieron neutralizar a los laterales. Beckham no intenta el desborde y sus centros no aparecen, mientras que Figo, desplazado de su sitio natural, aún busca menos la cal que lo hacía por el otro lado. Cuando el inglés hizo funciones de segundo pivote, el luso regresó a la derecha y Zidane se desplazó a la izquierda, con lo que el caudal ofensivo se difuminó.