"No hay una normativa específica que obligue a nada, pero nosotros vamos por delante y estamos poniendo todo de nuestra parte". Fuentes de la Consejería de los Jóvenes y el Deporte dicen que en la Junta ha habido durante los últimos años una sensibilidad especial en cuanto a asumir con garantías un imprevisto médico en una competición. Y pone como ejemplo su programa estrella, que es el que representan los Juegos Deportivos Escolares (Judex) y los Juegos del Deporte Especial (Jedes). Las reglas son propias. "Obligamos a los responsables de los comités zonales a hacer un curso de primeros auxilios", recalcan.

Sin embargo, no hay nada legislado en lo referente a los deportistas de todo tipo y siempre que no sean profesionales. ¿Electrocardiogramas a modo de prevención de posibles dolencias? Solamente en casos muy puntuales, por iniciativas de padres o clubs modestos.

Cursos

En cuanto a la actuación en un momento dramático, sí se insiste en la formación. Periódicamente, se están realizando cursos en los que se enseña el manejo del ahora famoso desfibrilador. Este no es un fenómeno aislado: empleados del Cáceres 2016 de baloncesto, entre ellos el cuerpo técnico, participarán próximamente en un cursillo. Como todas las instalaciones de la Junta, hay dispuesto uno, situado junto a la mesa de cronometradores.

La institución que adquirió un desfibrilador por primera vez en la región extremeña fue la Diputación de Cáceres, y en concreto en el complejo deportivo de El Cuartillo. "Nos costó 2.140 euros y fue en el año 2003. Afortunadamente, no hemos tenido que utilizarlo", destaca el coordinador deportivo de la institución, José Ignacio Fernández. Un cartel, además, indica que el complejo ofrece esta posibilidad. Varios de sus trabajadores ya han hecho un cursillo para aprender a utilizarlo y en noviembre habrá otro. Y todo por ser previsores ante un momento de drama.