Acude el Cáceres 2016 a la pista del vicecolista Gandía (19.00 horas) con un aspecto mejorado. La gran demostración es que en otro momento de la temporada --incluso recientemente-- se habría tomado la baja de Wayne Simien como una tragedia, un salvoconducto hacia la derrota. No ha sucedido así después de un par de victorias bastante convincentes. Nada como ganar en deporte para que la tormenta amaine.

Simien no acude más por precaución que por lesión. Una sobrecarga en su rodilla derecha hace ser prudentes si se le quiere tener a tono el resto de la temporada. Además, la paulatina recuperación de Adrian Moss es otro dato para la esperanza: supo suplir bien a su compatriota cuando el viernes pasado acumuló faltas ante el Vic. "Tenemos que completar ese momento. Me preocupa sobre todo el apartado de los rebotes. Los aleros van a tener que ayudar más ahí", dijo ayer antes del viaje el entrenador del Cáceres 2016. "Es un contratiempo, pero no voy a parapetarme en decir que sin Simien no podemos hacer nada. Hay jugadores que tienen que dar un paso adelante, unos tiros y una defensa que hay que asumir. Es un momento para reivindicarse", añadió Manuel Hurtado.

"Tenemos que adquirir regularidad", sentenció. Es el sueño de un equipo que aparentemente ha recuperado la confianza en sí mismo, pese a los vaivenes que ha sufrido a lo largo de la campaña. Precisamente el partido de la primera vuelta (92-75) supuso el último como jugador del Cáceres 2016 de Harper Williams, la antesala de los tres cambios que se han producido en la plantilla desde entonces.

PESIMOS EN CASA El técnico no se ahorró el habitual torrente de halagos al equipo rival, señalando sobre todo los numerosos cambios que ha sufrido desde que se inició la temporada con las incorporaciones de Jorge Jiménez, Howard Brown, Zach Morley y Mike Higgins, además de la llegada al banquillo de Pepe Rodríguez. Le preocupa sobre todo Morley, "su principal referente, con capacidad para jugar por dentro y por fuera".

"Es un grupo de buenos jugadores que está trabajando para ser un equipo. Está totalmente transformado desde que jugó aquí. Ha cambiado de entrenador, de jugadores y de filosofía, lo que les ha valido para competir más los partidos", resumió Hurtado, al que le une con su oponente en el banquillo rival haber sido ayudante de Alfred Julbe en la Liga ACB.

Hay un dato contundente que no se mencionó en la habitual rueda de prensa previa al encuentro: el Gandía, después de 19 jornadas de competición, todavía no ha sido capaz de ganar en su pabellón. Sus tres únicas victorias han llegado lejos de la Comunidad Valenciana, dos de ellas ante rivales fuertes (Clínicas Rincón y Grupo Begar León) y otra ante el otro colista de la tabla, el Beirasar Rosalía. "Rinden mejor fuera que en casa", reconoció Hurtado.

También se le preguntó por la negativa de José María Panadero a ser operado y su intención de seguir contribuyendo al equipo hasta final de temporada pese a no estar al 100%: "Respeto y normalidad --respondió--; no hay noticia. Es uno más de la plantilla, aunque ha tenido unos problemas físicos que le han dificultado. Lo ha intentado todo, pero no le han salido las cosas. No hay tema".