Lugo: Escalona; Cristóbal (Diego López, min. 68), Belforti, Víctor Marco (Selvas, min. 81), Manu; Carlos Pita (Iago, min. 59), Marcos Rodríguez; Iván González, Monti, Arroyo; Azkorra.

Badajoz: Pagola; Jaraíz, Cardoso, Aloisio, Solano; Sandro (Amine, 63), Ruby (Ale Herrera, min. 63); Viyuela, Tete, Cajoto (Grillé, min. 72); Ortiz.

Goles: 1-0: min. 25, Belfortti. 2-0: min. 34, Marcos Rodríguez. 3-0: min. 57, Manu, de penalti. 3-1: min. 82, Gabi Grillé.

Arbitro: Víctor Gómez (Colegio cántabro). Tarjetas amarillas a Arroyo en los locales y a Ortiz en los pacenses.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimosegunda jornada de Segunda División B disputado en el estadio Angel Carro ante unos 2.500 espectadores.

Clara y contundente derrota del Badajoz en el campo del Lugo (3-1), un terreno donde parece difícil que alguien pueda pescar puntos, ya que el propietario del terreno juega un fútbol alegre y ofensivo, nota casi exótica en la Segunda B. Solo cuando el marcador era ya un claro tres a cero pudo moverse con algo más de comodidad el conjunto entrenado por Adolfo Muñoz, acortando distancias con un testarazo de Gabi Grillé a la salida de un córner. Pero la victoria de los gallegos no corrió peligro en ningún momento, aunque los pacenses lo buscaron hasta el final y cayó con la cabeza alta.

Dominio total del Lugo en una primera parte donde el Badajoz se vio obligado a replegar sus líneas, buscando algún contragolpe con referencias de ataque en Tete y Ortiz. Desde los arranques de la contienda, un Lugo siempre muy ofensivo en el Angel Carro monopolizó la posesión de la pelota, con unos primeros intentos bien salvados por la defensa de los pacenses, y en última instancia por un Pagola que ayer tuvo mucho trabajo.

Pero la primera gran oportunidad de la tarde fue para los blanquinegros, cuando se disputaba el minuto 12 de la contienda. Un error del defensor lucense Belfortti, exjugador del Cerro de Reyes, dejaba el balón a los pies de Tete, quien buscó sorprender a Escalona con un potente zapatazo que obligaba al cancerbero de los gallegos a efectuar una gran intervención para alejar el peligro de su meta. Una jugada que podría haber cambiado el signo de la contienda.

Despertaron los locales, asediando a Pagola con internadas desde las dos bandas, donde Iván González y Arroyo eran dos puñales. Mucho trabajo para los defensas extremeños, que ya no pudieron evitar la lógica del uno a cero en el 25. Carlos Pita botaba una falta en el ataque lucense y, en el segundo palo, Belfortti remendaba su error anterior rematando al fondo de las mallas.

No hubo reacción de los extremeños. Al contrario, nada más sacar de centro pudo llegar el segundo tanto rojiblanco cuando Azkorra, un delantero al que la Segunda B se le queda muy pequeña, remataba a puerta encontrando un paradón de Pagola en lugar del premio del gol.

EL SEGUNDO GOL Pero nada podría hacer el guardameta del Badajoz cuando Marcos Rodríguez se sacaba un cañonazo desde casi 40 metros que entraba como una exhalación por toda la escuadra. Era el minuto 34, y este golazo ponía aún más complicada la tarea a un Badajoz que apenas dio señales de vida en el ataque.

El segundo periodo arrancó con un decorado bastante similar. La fuerte presión del Lugo hacía que los extremeños perdieran el esférico con facilidad, y las oportunidades y el peligro estaban monopolizados por el conjunto entrenador por Quique Setién. En el 57, el lateral local Cristóbal profundizaba por el costado diestro, y su centro al área daba en la mano del defensor Cardoso. El colegiado indicó la pena máxima pese a las protestas de los visitantes, y Manu convertía desde el punto fatídico.

Ese gol supuso un punto de inflexión en el encuentro. El Lugo se relajó, viendo que el resultado y la victoria ya no corrían peligro salvo debacle. Setién empezó a mover su banquillo, y el Badajoz veía más espacios en la zona ancha para mover el cuero con más comodidad y profundizar más.

Adolfo movió piezas en el centro del campo, relevando a Sandro y Ruby, y el conjunto visitante empezó a dar señales de vida ante la meta de Escalona. Tete tuvo la primera oportunidad pero el cancerbero local atrapó el cuero, igual que haría minutos más tarde ante un remate de Viyuela.

Rompío el cero en su marcador el Badajoz a ocho minutos del 90, cuando un saque de esquina era rematado con la testa por Gabi Grillé a la perfección. Lamentablemente, el gol llegaba demasiado tarde y el encuentro agonizaba con el Badajoz rendido.