No se produjo ayer ningún anuncio público de que Tautvydas Slezas pasará del Cáceres Patrimonio de la Humanidad al Dominion Bilbao Basket, pero el acuerdo es un hecho. Simplemente basta con comprobar que el pívot lituano estuvo ayer en el entrenamiento del equipo extremeño, pero simplemente como espectador, para evitar cualquier contratiempo que diese al traste con la operación.

Slezas, salvo giro inesperado en los acontecimientos, viajará hoy o mañana a Bilbao para incorporarse al equipo que dirige Sito Alonso. El técnico, tras el partido que disputó ayer frente al UCAM Murcia (victoria por 90-79), rechazó responder a cualquier pregunta sobre el fichaje hasta que no estuviese cerrado.

El Cáceres ha terminado satisfecho de una negociación que se tuvo sus más y sus menos y que estuvo prácticamente rota el viernes por la tarde. Los extremeños no querían dejarse avasallar por una entidad de superior categoría ni por los deseos del jugador de asumir un nuevo reto en su carrera.

EL TRASPASO Nunca se habla de dinero en el club cacereño, pero el mensaje a nivel extraoficial está claro: la compensación que se recibirá por liberar de su contrato a Slezas será económica y con la fórmula del traspaso. Y se niega abiertamente que se le hayan adeudado en algún momento dos mensualidades. Si acaso, y durante escasos días, una.

La maquinaria para que haya al menos una nueva cara en el vestuario durante los próximos días está engrasada. Lo primero será resolver burocráticamente la imposibilidad de inscribir jugadores en la Federación Española, ya que se deben 18.000 euros correspondientes a uno de los plazos de los derechos de inscripción. Y después habrá que zambullirse en el mercado con la puntería bien afinada. Constantemente el cuerpo técnico está analizando posibilidades. Y más después de que Mansour Kasse, con una mano fracturada, se vaya a perder lo que queda de temporada.

Las posibilidades están abiertas al máximo. A Ñete Bohigas --que ayer solo dispuso de siete jugadores-- le gustan especialmente los nacionales, pero no hay muchas posibilidades al respecto a no ser que se busque un movimiento con otro club. Sí existe un ramillete más amplio de comunitarios y norteamericanos que están sin equipo. Un primer nombre encima de la mesa es el de Javier Carter, exverdinegro ahora en la D-League.