Tuvo que ser en Alemania, en la casa de Michael Schumacher, donde Fernando Alonso hiciera casi suyo el título mundial, la herencia del káiser, el trono del heptacampeón. Tuvo que ser en Alemania, la sede de Mercedes, donde Raikkonen rompiera el motor, la avería definitiva, la que dicta sentencia en favor de su gran rival de Renault. Tuvo que ser a finales de julio, a cuatro días de su 24 cumpleaños, cuando el asturiano diera el gran paso, casi definitivo, para proclamarse en el campeón del mundo el más joven en la historia de la F-1.

"Basta con acabar las carreras que quedan porque detrás de McLaren y Renault no hay nadie que nos pueda inquietar", sentenció el ovetense tras la carrera. Su sexto triunfo no fue como los anteriores. El de ayer vale 10 puntos más de ventaja; ya son 36 sobre Raikkonen, un mundo cuando faltan siete carreras, 70 puntos por disputar. "Somos el´dream team´" , proclamó ufano Flavio Briatore.El jefe de Renault se abrazó con Alonso con una pasión especial. Se levantaron una y otra vez del suelo, se dijeron de todo. Todos les ven campeones, aunque ellos se niegan a decirlo en alto. "Celebramos esta victoria. ¿El título? Aún queda mucho", repetía Briatore, tras cambiar el uniforme de Renault por un juvenil atuendo de vaqueros y camiseta. Se siente 10 años más joven, el tiempo que ha transcurrido desde que dirigía al joven Schumacher, que atrapó en Benetton sus dos primeros títulos. Briatore, monitor de esquí que llegó a millonario y dueño de un equipo de F-1, se ha apropiado de la juventud de un pupilo aún más joven que aquel Schumi, que será el campeón con menos edad de la historia. Alonso alcanzará el título con 24 años y dos o tres meses, en Spa o en Sao Paulo, donde nació Fittipaldi, a quien arrebatará el récord de juventud como campeón por un año de diferencia.Schumacher opinaYa nadie duda de que será así. "El título no es posible, ni matemáticamente, ni de otra forma", reconoció ayer Michael Schumacher. Y no es por Raikkonen, del que sólo le separan cuatro puntos. Lo dice por Alonso, ese muchacho por el que tantas veces le preguntaron si sería su sucesor desde que marcó aquella pole en Malaisia-2003, desde que ganó en Hungría ese mismo año. En Hungaroring se celebra la siguiente carrera, esta misma semana. "Es mi circuito favorito", apuntilló Alonso. Le va bien al asturiano y mejor al Renault. Además, partirá último para buscar la pole en un trazado donde apenas se adelanta.A sobreponerseAllí le caerá otro chaparrón a Kimi. Seguro. El finlandés, hundido, echaba mano ayer del repertorio habitual de quien se ve sin opciones:

"Celebramos esta victoria. ¿El título? Aún queda mucho"

"El título no es posible, ni matemáticamente, ni de otra forma""Es mi circuito favorito"

"Aún hay posibilidades matemáticas de ser campeón del mundo, pero cada vez se está poniendo más difícil. Ahora, el equipo y yo necesitamos sobreponernos a este disgusto y concentrarnos en la carrera de Hungría y en lo que queda de temporada. Aún estamos en la batalla por el título de marcas y debemos mantener la lucha"