Aunque la muletilla musical, nacida de la efervescencia del grupo Coz apurando los 70, se haya acuñado a la sombra de este equipo más de una vez, le sigue viniendo como anillo al dedo. Las chicas del Puebla son guerreras. Y, como diría la canción, tienen algo especial más allá de perfumes y medias de cristal. Sólo hay que verlas, conocer la familia que forman y la leyenda que están fraguando. Se dieron a conocer, y vendieron imagen, ganando un campeonato de España en el umbral del siglo. Y como entonces, desde la modestia, sin hacer casi ruido, han vuelto a encaramarse en lo más alto en el nuevo amanecer liguero. Merecen reconocimiento, respeto, cariño y, en un mundo tan machista, una gran dosis de admiración. La liga es larga y apenas ha sido desprecintada. Pero las chicas son guerreras y lo van a pelear. Eso es seguro. Suerte.

*Periodista.