El 30 de abril el Cacereño se proclamaba campeón de liga en el estadio Emilio Macarro y cuatro meses después, el 27 de agosto, el conjunto verdiblanco empezará a defender título en el mismo escenario. Aunque las sensaciones no serán ni mucho menos las mismas. El ‘decano’ se levantaba el Día del Trabajo con los deberes más que hechos y con el campeonato ya adornando sus vitrinas, mientras que el encuentro del pasado jueves ha hecho saltar todas las alarmas.

Sin embargo, la derrota en Montijo (4-1) no ha caído en saco roto. El abultado resultado escoció, porque nunca es plato de buen gusto encajar cuatro goles en los primeros 40 minutos, por mucho que sea un amistoso de pretemporada y no haya nada en juego.

En el equipo verde son conscientes de que la plantilla aún cojea y que son necesarios al menos media docena de fichajes si se quiere entrar en la lucha por los puestos de playoff. Y es que un club como el Cacereño no puede aspirar a menos.

Esta es la consigna que el técnico, José María Rebollo, está transmitiendo a sus hombres desde el principio. Dos de ellos, Carlos y David López, tienen la lección bien aprendida: «estamos obligados a ganar», coinciden en sus declaraciones estos dos primos de San Vicente de Alcántara, que a partir de ahora compartirán no solo apellido, sino también vestuario.

Más hermanos que primos

Aunque no es la primera vez que juegan juntos ni en Cáceres. Ya vistieron de forma conjunta la camiseta del Diocesano en la temporada 2014-2015. Una etapa «bonita» que les permitió «salir del pueblo» y «dar el salto» a una categoría superior.

Gran parte de culpa de que sus caminos futbolísticos se cruzasen la tuvo el pequeño de los López, David (9 de mayo de 1997), quien llegó primero a la capital cacereña y recomendó al Diocesano la incorporación de su primo Carlos (17 de agosto de 1996). Sin embargo, su fichaje simultáneo por el CPC de esta vez ha sido «casualidad» y ambos se muestran «contentos» por defender escudo juntos de nuevo. «Es una alegría personal, porque tienes de seguro alguien en quien confiar y que sabes que va a ser el primero en animarte si fallas», confiesa David sobre el que, además de primo, es «hermano, amigo, compañero de equipo y de piso».

No todo es fútbol

A la hora de definirse a sí mismos como jugadores, David se describre como «un extremo rápido y habilidoso que no se esconde y que mira siempre por el equipo», mientras que Carlos opta más por el trato de la pelota, «soy un centrocampista al que le gusta jugar y hacer jugar, bueno en el lanzamiento a balón parado».

A pesar de estar el otro presente, no muestran ningún tipo de tapujos a la hora de calificarse mutuamente. David confiesa que Carlos es un futbolista que, por su calidad y estilo de juego, «va a sufrir por el tipo de terreno del Príncipe Felipe». Este último, en cambio, ve a su primo como un «jugador con potencia que nunca da un balón por perdido».

Fuera del césped, se muestran como personas «sinceras, divertidas y sociables» que dedican su ratos de ocio a «desconectar, salir y disfrutar de los amigos y la familia». Porque, aunque el fútbol ocupa gran parte de su tiempo, este año quieren compaginarlo con otras actividades. David, que cuenta ya con el título de nivel I y II de entrenador y el de auxiliar de mayoral de reses de lidia, quiere buscar un trabajo, al igual que su primo Carlos. No obstante, el mayor de los López, que ha cursado el Grado Medio y el Superior de Deportes y Educación Física, afirma que se decantará por «estudiar inglés».

Aspiración humilde

La etapa que ahora comienzan, aunque a priori se presente con gran incertidumbre (más aún si cabe después del mazazo en Montijo), tanto para David como para Carlos será todo un «reto». Los dos se muestran confiados y creen que «hay equipo» para por lo menos intentar colarse entre los cuatro primeros de la tabla, aunque hay que ir «día a día».

Además, con el aliciente de la Copa del Rey, la motivación es mayor. «No es lo mismo jugar en el campo de tierra del pueblo que en la Nueva Condomina ante el Real Murcia», declara Carlos emocionado. No obstante, si les diesen a elegir, los dos lo tienen claro: «antes los playoff que jugar contra un equipo Champions» en el torneo del KO.

Aún es pronto para vaticinar dónde estará el CPC en el mes de mayo, pero por ilusión, que no sea. De momento, mañana espera el Amanecer en Sierra de Fuentes (19.45 horas).