La sentencia dictada por un juez de Barcelona que obliga a la directiva del Bar§a a convocar elecciones de forma inmediata ha resultado sorprendente y desconcertante. El tribunal entiende que, en aplicación de los estatutos, llevan razón los tres socios del club que presentaron la demanda al considerar que los ocho días transcurridos desde que tomó posesión Joan Laporta --22 de junio del 2003-- y la fecha de cierre del ejercicio económico --30 de junio del mismo año-- equivalen a un año de mandato. Algo tan escrupulosamente ajustado a los estatutos como alejado del sentido común y del espíritu que guió a quienes los redactaron.