José Julián Mangas, presidente de la Federación Extremeña de Judo (FexJ), se mostró ayer sorprendido por la denuncia efectuada el jueves por la olímpica Conchi Bellorín y su amenaza de irse a entrenar fuera de la región ante lo que considera "trabas" del organismo a su trabajo.

Mangas dijo haber leído lo publicado por este diario y aseguró: "no sé exactamente a qué se refiere. Lo que tiene que decir es quién y cómo y cuándo se le han puesto problemas y así podremos resolverlo, porque no tenemos nada que ver".

"DESAGRADABLE" Según sus tesis, "la federación no puede influir en que se le abran o no las puertas de los otros clubs, pero al menos en mi gimnasio, el Récord de Badajoz, las ha tenido siempre abiertas y allí ha estado entrenando".

El presidente, recientemente reelegido, desmintió que a Bellorín se le haya prohibido entrenar con los chicos del Centro de Tecnificación de Cáceres. "Puede ir dos días por semana, al igual que todos los judocas de la región, como ya ocurría antes. Lo que no puede ser es que se tenga que adeucuar su sistema de entrenamiento al que tienen allí". Y es que, en una frase que repitió varias veces, "somos una federación abierta, nada presidencialista, y se tiene que hacer lo que diga la mayoría, no solamente dos personas".

Reconoció además que se trata de una "situación desagradable" porque "la relación ha sido siempre muy cordial. Hemos trabajado con ella y con su entrenadora Raquel Hernández y no han querido seguir porque no había recursos económicos".

Mangas lamentó que la noticia surja ahora "porque se está haciendo un trabajo muy bueno desde hace muchos años, sacando muchos campeones incluso desde antes de que ella estuviese aquí". Sin embargo, pese a todo, se mostró dispuesto a llegar a algún tipo de solución. "Somos una federación abierta. Yo me siento en una mesa con todo el mundo", recalcó.

Por su parte, Conchi Bellorín recibió ayer numerosas muestras de adhesión por parte de personas del judo extremeño y del deporte en general ante lo que considera que es una situación injusta.