Es una lástima que alguien se plantee que el circuito de Spa Francorchamps solo pueda albergar la F-1 cada dos años. No es necesario que llueva, da igual que se trate de una temporada descafeinada. Esta carretera abierta durante el resto del año en mitad de Las Ardenas siempre brinda una oportunidad para disfrutar incluso de la F-1 más aburrida de los últimos años. Tuvo que ser este mítico trazado quien devolviera a Ferrari a su sitio natural. Y solo Kimi Raikkonen podía hacerlo. El finlandés adora los siete kilómetros de fuertes desniveles y velocidades de vértigo y Spa se rinde al campeón del 2007 que ayer sumó su cuarto triunfo en Bélgica.

No ganaba Raikkonen desde el GP de España de 2008, 26 carreras sin levantar el puño, el único gesto que concede su hermética personalidad. Fue su única muestra de rabia tras 44 vueltas de dura pugna con Giancarlo Fisichella, el gran héroe del fin de semana. El italiano, en realidad fue más rápido que Raikkonen en la crono (pole) y en carrera, pero esta vez el KERS, el polémico sistema de recuperación de energía, sí marcó la diferencia. Gracias a él pudo adelantar a Fisichella en la cuarta vuelta, y solo por él, porque el italiano, más rápido, no se separó del Ferrari en ningún momento hasta cruzar la bandera a cuadros a menos de un segundo.

Al KERS se encomendó Raikkonen para conseguir una aceleración extra que le permitió remontar varios puestos en la arrancada. Progresó desde el sexto lugar de la parrilla hasta el segundo al paso por la primera curva, el cerradísimo viraje de Les Sources. Pasado de frenada se fue por la escapatoria asfaltada donde no dejó de acelerar en ningún momento para mantener su posición en el regreso a la pista tras una polémica maniobra que en otras ocasiones fue sancionada por los comisarios.

ACCIDENTADO INICIO Los que se mantuvieron en la pista se encontraron con una batalla campal en la que Fernando Alonso se golpeó con Adrian Sutil, mientras Jarno Trulli dañaba su Toyota contra Nick Heidfeld. Lo peor llegó en la siguiente frenada, en Les Combes tras 28 segundos con el pie en la tabla al paso por meta, Eau Rouge y la inacabable subida por El Radillon. Allí se engancharon Romain Grosjean, Jenson Button, Jaime Alguersuari y Lewis Hamilton y los cuatro quedaron fuera de carrera con sus coches bastante dañados sin que ni ellos mismos se pudieran explicar el orden de los acontecimientos. Grosjean dice que le embistió Button; Button cree que fue Grosjean quien se cruzó, Alguesuari culpa a Hamilton y Hamilton a Alguersuari.

Intentaron aclarar la situación tras la valla en tono amistoso y el coche de seguridad salió a pista mientras se retiraban los restos de los cuatro coches. Rubens Barrichello aprovechó para entrar en boxes a cambiar ruedas --el Brawn funcionó mejor con el compuesto duro-- tras quedarse clavado en la salida por un nuevo problema con el punto muerto. La estrategia le permitió remontar de la última posición a la sexta, lo que le reporta dos puntos con los que recorta a 14 la diferencia con el líder Jenson Button.

El brasileño no pudo llegar a los dos BMW, ni al Red Bull de Sebastian Vettel que alcanzó un podio que parecía reservado a Fernando Alonso. Gracias a una buena salida y a un excelente ritmo de carrera el bicampeón había remontado diez posiciones cuando hizo su tardía parada en boxes.

Sus mecánicos no pudieron sustituir el tapacubos dañado en el toque con Sutil y optaron por colocar de nuevo el dañado en una operación que se retrasó en más de 20 segundos, lo que le arruinó la carrera y, peor aún, no garantizó su seguridad ante una eventual rotura del anclaje de la rueda. Su equipo le retiró de la pista en la que es la cuarta avería consecutiva. "El podio estaba al alcance. Siempre nos pasa algo cuando estamos cerca de un buen resultado", lamentó.