Sporting de Gijón - 2: Iván ´Pichu´ Cuéllar, Sastre, Gerard, Iván Hernández, Cámara, Diego Camacho, Míchel, Pedro (Luis Morán, minuto 58), Kike Mateo (Marko Bilic, minuto 58), Diego Castro (Maldonado, minuto 80) y Diego Barral.

Recreativo de Huelva - 1: Riesgo, Nef, Morris, Quique Alvarez, Poli, Martín, Jesús Vázquez (Juan, minuto 81), Maidana (Javi Fuego, minuto 45), Nayar, Sisi y Marcos Rubén.

Goles: 0-1 Martín (m 23), 1-1 Barral (m 57), 2-1 Luis Morán (m 66).

Arbitro: Iturralde González. Mostró tarjetas amarillas a Cámara, Quique Alvarez, Luis Morán, Morris y Barral.

Incidencias: Lleno absoluto en el estadio gijonés de El Molinón, con 24.000 espectadores en las gradas.

El Sporting logró la permanencia en Primera División al superar a un Recreativo que se adelantó en el marcador y sembró el desconcierto en jugadores y aficionados, que al final del encuentro no pudieron contenerse e invadieron el campo en una improvisada fiesta que apunto estuvo de haberse convertido en un drama.

La afición del Sporting esperaba a un Recreativo de Huelva poco menos que un figurante sin frase pero los onubenses quisieron apoderarse del papel protagonista y no sólo fueron mucho mejores que los locales en los primeros 45 minutos sino que marcaron un gol que situaba al equipo gijonés en Segunda división.

En esta jornada en la que estaban prohibidos los marcadores simultáneos, todo El Molinón saltó al unísono al oír por los transistores el gol del Real Madrid en el Reino de Navarra que condenaba aún más al Osasuna al pozo de la Segunda, pero la alegría duro apenas cinco minutos.

Tras un balón bombeado, Martín dispara desde 24 metros raso y pegado al poste superando la estirada de Cuéllar.

La salida del Sporting en la segunda mitad nada tuvo que ver con la del inicio del partido y el acoso a la meta de Riesgo fue total. La grada volvió a empujar y uno de los ataques el balón llega a Barral, que lanza un tiro cruzado al que no llega el portero onubense estableciendo el empate y devolviendo al Sporting a Primera.

Con los rojiblancos celebrando el gol la grada estalló de nuevo al oír gol en Pamplona pero la realidad supuso el segundo mazazo de la tarde porque el que marcaba era el Osasuna. En ese carrusel de infartos el siguiente estallido lo provocó un canterano, Luis Morán, que acaba de saltar al campo y en una jugada calcada a la de Barral sentenció. Después, sufrimiento.