Valentino Rossi, que desde 1999 no salía desde la segunda fila y no perdía desde el 2001, sufrió ayer en Mugello, su jardín preferido, una derrota que le dejó muy tocado y, probablemente, le hará salir con más rabia, si cabe, en Montmeló. Para esa cita, el Doctor pidió sol "¡mucho sol!", dijo Rossi harto, como el resto de compañeros, de correr bajo la lluvia en cada gran premio, cosa que sucede fin de semana sí, fin de semana también. Ayer, también llovió en Mugello, y Casey Stoner y Jorge Lorenzo, autores de dos grandes carreras, coparon los primeros escalones del podio por delante de Rossi, que debió de conformarse con el bronce.

Bradley Smith, el chico al que aconseja Randy Mamola, cuatro veces subcampeón del mundo de 500cc y residente en Sitges, se llevó el gato al agua en 125cc tras una dura pelea con Nico Terol, el piloto al que protege Sito Pons, y Julito Simón, el muchacho que Jorge Martínez Aspar ha rescatado del dos y medio para convertirlo en flamante campeón de 125cc. Ya ven que los tres muchachos están en buenas manos. Pelea seria, pelea sobre agua y victoria de sombrerazo del inglés de 18 años.

PROTAGONISTAS Mattia Pasini ganó en 250cc gracias al empujón (solo le sancionaron con 5.000 euros cuando el muchacho, pese a lo campeón que es, merecía mayor castigo por reincidente) que Marco Simoncelli le dio a Alvaro Bautista cuando el español iba en pos de su segunda victoria de la temporada. Marco, amigo de Rossi (tal vez por eso no le castigan), mandó a Bati a la tierra y, aunque el de Talavera se recuperó, solo pudo ser tercero, aumentando, eso sí, su distancia al frente del Mundial de dos y medio. Ahora le saca siete puntos al japonés Hiroshi Aoyama.

Pero el plato fuerte, claro, volvió a ser el MotoGP. Y el héroe, pese a la victoria de Stoner, que recuperó así el liderato del Mundial fue de nuevo Jorge Lorenzo. Por todo lo malo y lo bueno que hizo. Tras la pole del sábado, Lorenzo hizo un entrenamiento del mismo domingo previo a la carrera lejos de los mejores. Eso le puso nervioso. Tanto que en la vuelta de formación de la parrilla, ya saben, salen de sus talleres, dan la vuelta al circuito y se alinean en la parrilla, ¡se cayó! Lo que leen. Suerte tuvo que la moto no se caló. La levantó, llegó a su box y se fue a la parrilla con su segunda moto. Falto de confianza, patinó en la salida y pasó el décimo en la primera vuelta. A partir de ahí, ¡la bomba!, pues acabó segundo, pegadito a Stoner.