Siete ´poles´ consecutivas no están al alcance de cualquiera. Ningún piloto de MotoGP lo había logrado hasta que un cohete rojo, la Ducati de Casey Stoner, se impuso ayer a la lógica y logró el mejor tiempo en la sesión oficial de entrenamientos del gran premio de San Marino, en el circuito de Misano, por delante de las dos Yamahas de Valentino Rossi y de Jorge Lorenzo.

A un tiro de piedra de Tavullia, el pueblo de Rossi, apoyado por sus paisanos en las gradas de Misano; Stoner ofreció un recital de velocidad. Lo hizo con el escafoides de la mano izquierda roto, lesión que no le impidió exprimir al máximo su Desmosedici y apurar la sesión de entrenos clasificatorios hasta firmar su séptima ´pole´ consecutiva, desde Montmeló a Misano. Entre medias, Donington, Assen, Sachsenring, Laguna Seca y Brno.

En su penúltima vuelta, Stoner marcó medio segundo menos que Rossi. Faltaban dos minutos para el cierre de la sesión, margen casi imposible para voltear los tiempos. Lo intentó Rossi, siempre valiente, pero su Yamaha vibró demasiado en un giro y el italiano, ídolo local, se resignó a la segunda plaza.

APASIONANTE RIVALIDAD Aunque lidera con cierta comodidad el Mundial, 50 puntos por delante, Rossi no lo tendrá fácil ante Stoner. El australiano, valiente y muy rápido, promete una rivalidad de largo recorrido, con visos de prolongarse varios años.

Entre ambos se filtró la rebelde figura de Lorenzo. El mallorquín rodó a un magnífico nivel en los entrenamientos, marcando incluso la ´pole´ provisional, pese a que sus neumáticos Michelin siguen un peldaño por debajo de los Bridgestone. También avanzó Pedrosa, aunque de manera más discreta. Saldrá sexto y difícilmente peleará por la victoria. Un puesto por delante saldrá, otro español, Toni Elías.