Laguna Seca es otro mundo. Nada que ver con el Mundial de motociclismo. Laguna Seca es Estados Unidos y, en esta país, cualquier deporte es una fiesta, cualquier carrera sirve para congregar a la familia (hasta Nicky Hayden se ha traído a uno de sus hermanos, Roger Lee, al que le ha proporcionado una Kawasaki de MotoGP para que corra el gran premio de su casa) y cualquier evento es un motivo para clavar la bandera de las barras y estrellas, para hacer patria, más que deporte.

El Gran Premio de EEUU, que se disputa esta noche en Laguna Seca (23.00 horas, TVE-1), cuenta, cómo no, desde el mismo viernes con un claro favorito: el australiano Casey Stoner (Ducati), que logró el mejor tiempo en los tres primeros ensayos (al cierre de esta edición se disputaba la sesión de calificación oficial) de la prueba norteamericana.

STONER, FELIZ DEL TODO No es por amenazar o asustar a sus rivales (Valentino Rossi se cayó ayer intentando atraparle en la pizarra de tiempos y Dani Pedrosa va poco a poco, paso a paso, pensando más en la carrera de hoy que en las cronometradas), pero Stoner expresó ayer su seguridad en la victoria. "Estoy muy, muy contento, pues todo nos está funcionando a las mil maravillas, tanto en sesiones largas como cortas, con neumáticos nuevos o usados, duros o blandos".

Rossi, que se encuentra a 32 puntos de Bridgestoner, cree que, pese al incidente sufrido, no tiene más remedio que ganar. "Tras el error de Sachsenring, no me queda otra opción que salir a por todas. "Además --sentenció el doctor--, este es uno de los pocos circuitos en los que todavía no he ganado y quiero borrarlo ya de mi lista negra".

Pedrosa, por su parte, reconoció: "Hasta que pillé la rueda de alguno de los pilotos que conocen bien el circuito y van rápidos en este curioso trazado lo pasé mal, pero al final creo haber encontrado los reglajes correctos para la carrera" .