Reina el buen ambiente en el Arroyo de Javier Moreno. El abismo sigue cerca, pero la ilusión por trabajar y conseguir el objetivo invade a una plantilla muy joven. Tras un inicio muy duro (seis derrotas seguidas) el equipo remontó el vuelo y en la segunda vuelta ya ha sumado un punto, algo que al inicio de la temporada le costó mes y medio. «Míster, empezamos con superávit», repite entre risas el técnico las palabras que le dijeron sus jugadores tras empatar en Calamonte (1-1). Ahora prepara la visita del líder Cacereño (domingo, 17.00 horas) buscando la efectividad que le faltó en el partido de la primera vuelta.

Es el mismo Arroyo de agosto, pero también es muy distinto. Atrás ha quedado una plantilla superpoblada y las dudas sobre la continuidad del club. Sigue imperando la humildad, pero los jugadores, la mayor parte de ellos del pueblo y llegados desde la regional preferente, le han perdido el miedo a la categoría y saben que pueden competir con cualquiera.

Javier Moreno, que en el pasado ejerció distintas funciones en el Cacereño, tiene ahora a 19 jugadores a sus órdenes, 18 en breve, porque uno de ellos se marchará por motivos laborales. A Calamonte solo pudo llevarse a 15 y por eso ahora busca un par de refuerzos, un delantero y un mediocentro organizador que aporten ese plus que siempre hace falta en las segundas vueltas. «El que venga sabe que tendrá que trabajar, aquí nadie tiene el puesto seguro», dice el técnico, que repite una y otra vez lo «orgulloso» que está de sus jugadores.

«Estoy disfrutando como entrenador», suelta Moreno, satisfecho de la evolución de su plantilla, de la entrega de los futbolistas, del apoyo incondicional de la grada. «Al principio hubo dudas, lógico en un club que prácticamente empezaba de cero, pero la afición siempre ha estado con nosotros, nunca nos hemos sentido solos a pesar del mal comienzo». Seguro que en eso influye que la mitad de la plantilla (Alberto, Teo, Ángel, Asier, Aitor, Cristian, Bachi, Santano, Jesús Caro y Jairo, que es de Casar de Cáceres, pero lleva tres años en el juvenil del Arroyo) es de la localidad.

El domingo el Arroyo recibe al Cacereño y lo hará sin «miedos ni complejos», después de plantarle cara y de jugarle de tú a tú en el partido de la primera vuelta en el Príncipe Felipe. Javier Moreno espera un partido distinto, «porque en nuestro campo sabemos mejor cómo competir» en el que puede amarrar algún punto, «porque son los de nuestra salvación». De momento tendrá una baja para ese partido, la de Kevin.

Tres equipos bajarán al final del curso y siete u ocho son los que hasta el final pelearán por evitar esos puestos, según Moreno, que espera estar entre los cuatro o cinco que celebren su permanencia.