El árbitro del encuentro de Tercera División entre el Valdelacalzada y el Cerro de Reyes, Javier Corchado Nieto, denuncia la invasión de campo que se produjo al final del encuentro. Esto provocó que él y sus asistentes estuvieran en el terreno de juego unos diez minutos "sin poder acceder a los vestuarios, soportando durante todo ese tiempo amenazas e insultos".

El emeritense refleja esta incidencia en un anexo al acta para exponer que no pudo escribirlo en el vestuario "por peligrar su integridad física y la de mis asistentes". También expone que el Cerro se negó a firmar el acta del encuentro y que el público, durante el choque lanzó diversos balones, "lo que dio lugar a la interrupción del partido en varias ocasiones".

PROTEGIDOS Corchado Nieto también argumenta que durante el tiempo que permanecieron en el terreno de juego estuvieron escoltados en todo momento por la Guardia Civil, los delegados de ambos equipos, así como el de campo.

"No llegaron a producirse agresiones y tras ese tiempo pudimos acceder al vestuario sin mayores problemas", acaba exponiendo el anexo. El árbitro declinó ayer hacer declaraciones, "para no echar más leña al fuego" o que se puedan "malinterpretar por alguien".

Sí habló el secretario del Comité Territorial, Alfredo Gómez Landero, muy preocupado por la integridad física de los árbitros en cada partido. "La gente ha perdido la cabeza", comenzó diciendo, para añadir que "los dirigentes de los clubs están muy equivocados si piensan que presionando y protestando a los árbitros pueden ganar un partido. Cualquier día puede pasar algo grave que nos tengamos que lamentar", avisa.

Gómez Landero asegura que no es la primera vez que un árbitro tiene que enviar un anexo aparte por miedo a ser agredido. "Ya no solo por los directivos pero sí por los aficionados que pueden esperarlo fuera. Los árbitros tienen que estar más protegidos. Hay que tomar medidas con sanciones y multas importantes". Por su parte, el presidente del Cerro de Reyes, Antonio Olivera Cachola destacó que "el entrenador del Valdelacalzada, Juan García, contribuyó a que la gente se calentara y su segundo lanzó balones al campo, viéndose un espectáculo bochornoso que no puede repetirse más. La gente rodeó al árbitro ante dos efectivos de la Guardia Civil y el árbitro se asustó".

LA PLACA Cachola añadió que fue increpado. "Me dieron una placa, la devolví, vino el presidente a la media hora y me la tiró y la rompió en mis pies para provocarme. Ciertos señores del Valdelacalzada dejan muchísimo que desear, otros son estupendos. La Delegación del Gobierno tiene que tomar medidas allí si no quiere que un día haya un montón de víctimas. Que sepan que ellos y la Federación Extremeña serán los responsables cuando suceda un acontecimiento grave. No pueden mandar a dos guardias civiles sino 30 autobuses cada domingo. Desde infantiles, cadetes, juveniles y no digo nada de la Tercera", apostilla el máximo mandatario de la entidad pacense.