TAU VITORIA 81: (18+20+17+26) Prigioni (3), Macijauskas (17), Nocioni (18), Scola (24), Betts (1) -cinco inicial-, Vidal (3), Calderón (9), David (6) y Splitter (-).

DKV JOVENTUT 77: (16+19+23+20) Marco (13), Rudy Fernández (15), Paco Vázquez (2), Alzamora (7), Tabak (12) -cinco inicial-, Radulovic (12), Bobby Martin (2), Digbeu (14), Dumas (-) y Guzmán (-).

ARBITROS: Mitjana, De la Maza y García Ortiz. Excluyeron por cinco faltas personales a David (m.39).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la final de la LXVIII Copa del Rey.

Volvió el Tau a celebrar la Copa del Rey, un título del que se ha vuelto asiduo con dos triunfos en las tres últimas temporadas, pero el festejo sevillano, que supone el cuarto entorchado vasco en la competición, le supo mejor que ningún otro y todo gracias a la actuación del Joventut y del MVP del campeonato, el impresionante Rudy Fernández.

Una final siempre es una final. Son partidos que pocas veces, muy pocas, responden al patrón esperado. El Tau era el favorito y después de las demostraciones de intensidad y fuerza desplegadas en los cuartos y en semifinales la convicción generalizada hablaba de otro paseo alavés hasta el título. Quizá en otro escenario, quizá en otra ocasión, pero no en esta final y, menos aún, frente al Joventut, un equipo que también guarda poderío en los músculos y, además, también desarrolla un juego colectivo de gran altura. El hambre de título era compartida, pero los vitorianos suman tres finales consecutivas y los badaloneses hacía ya seis años que esperaban una oportunidad así, desde que ganaron al Cáceres en 1997 en León.

No, el Joventut no iba a salir a que le degollaran sin más. El Joventut conocía las dificultades que le esperaban sobre la cancha y salió dispuesto a vaciarse para apurar sus opciones hasta el final, preparado para sufrir.

De paseo, nada de nada. El título todavía esperaba descubrir un nuevo campeón que, a falta de cinco minutos, tras un triple obra de Fernández que sólo pueden anotar unos pocos privilegiados, la Copa andaba más cerca de Badalona que de Vitoria (66-71).

Pero claro, el Tau hace tiempo que vive próximo a los triunfos y dispone de un potencial abrumador. El caso es que limó su desventaja muy deprisa (75-71) y entró en los últimos cincuenta segundos con media Copa en la mano. El extremeño José Manuel Calderón fue entonces determinante con una canasta.