Juan de la Cruz Ramos Cano nació en Pedro Muñoz, un pueblo de Ciudad Real en 1954. Su nacimiento como entrenador de fútbol se produjo en 1992, cuando tomó las riendas del Alcoyano. Con la moral bien abastecida, se lanzó a una fulgurante carrera que siguió en el Levante y el Lleida. Seguramente, se metió a técnico para proyectar al jugador que siempre llevó dentro.

Su primer gran golpe como entrenador lo dio en Vallecas. En su entorno aún recuerdan casi como una casualidad aquella cláusula en la que se aseguraba unos emolumentos muy significativos si conseguía clasificar a su equipo para la Copa de la UEFA. Fue, a través del Juego Limpio, como lo consiguió, pero la familia Ruiz Mateos pasó por caja gustosa.

Disciplina y orden táctico

En el conjunto vallecano ya dejó marcadas las que son algunas de sus señas de identidad. Disciplina y orden táctico y un trabajo psicológico muy profundo. Es muy habitual que exija a sus jugadores ser tratados por psicólogos deportivos para mejorar su rendimiento.

El Rayo fue su trampolín y Lopera lo contrató para el recién ascendido Betis. Sorprendió a casi todos, colocando a su equipo como líder durante varias jornadas y estando muchísimas semanas en puestos de Liga de Campeones, aunque el premio al final fuera la clasificación para la UEFA. Claro que lo que pasará a la historia fue el paseo que se dio con Ruiz de Lopera por casa de Benjamín en la famosa noche de Halloween.

Su sola presencia fue criticada por compañeros de trabajo como el actual seleccionador, Luis Aragonés. "No sabía donde iba", esgrimió siempre Juande, como si de un secuestro se tratase, pero lo cierto es que consiguió reconducir la situación en el vestuario. El Betis ganó los 14 partidos posteriores, récord del club.

Su única experiencia negativa la vivió en el Espanyol, el único club que le ha cesado. Claro que a la directiva blanquiazul le salió un hueso con el contrato de Juande. Bien asesorado por Ginés Carvajal en todas sus cláusulas, llevó a la entidad a los juzgados y le costó cuatro meses que le dieran la razón. El juez estimó el despido como improcedente y fue indemnizado con 600.000 euros.

Emular a Benítez

Existen dos caras de Juande: la personal y la profesional. En la primera es un hombre afable e incluso alegre, que disfruta en compañía de su familia y amigos. Es padre de tres hijos, se cuida mucho y su última temporada sin trabajo le ha valido para mejorar su hándicap en el golf. En su año sabático también ha realizado un curso intensivo de inglés. Su sueño es emular a Rafa Benítez y entrenar en la Premier League.

En la faceta pública, en cambio, es un hombre extremadamente reservado. Lo que acontece en el vestuario es innegociable para él. Extremadamente estudioso del fútbol, es famoso por la aplicación de las jugadas de estrategia. La belleza del fútbol está en la victoria.

Ha llegado al Sevilla sabiendo perfectamente la idiosincrasia de la ciudad hispalense y ha acusado incluso a Lopera de torpedear su fichaje. Algo especial debe tener cuando muchos jugadores que ha tenido a sus órdenes le siguen llamando para pedirle consejos.