"No creo que este Cacereño tenga problemas para salir de ahí. Viéndoles jugar me parece raro que esté en la situación que está". Quien hablaba así era Carmelo Hernández, el entrenador del Lanzarote, que el domingo se llevó una manita de goles del Príncipe Felipe en el día que puede marcarse en el calendario como el del resurgir del Cacereño, el del despegue definitivo para consolidarse en Segunda División B.

La victoria se necesitaba y no podía esperar más. Angel Marcos, entrenador, y Antonio Martínez Doblas, consejero delegado, lo expresaron con palabras nada más acabar el partido, pero no era necesario, pues en el ambiente del Príncipe Felipe comenzó a respirarse cierta calma. Los nervios se disiparon y sin que nadie lo gritara en las caras de los socios podía verse un "¡Por fin!".

Martínez Doblas contenía su euforia, aunque para el próximo domingo contra el Universidad de Las Palmas vaticinaba un 0-2. "Hay que seguir trabajando porque aún queda mucha liga. El resultado de hoy por el domingo, a pesar de lo abultado, no significa que vayamos a ganar todo a partir de ahora. Seguimos en una situación complicada, aunque por suerte queda mucha liga y lo mejor es estar tranquilos".

Sin nervios

Esta victoria para el Cacereño puede significar algo más que tres puntos. Terminar con la dinámica negativa permitirá a los futbolistas "jugar sin ansiedad", decía Martínez Doblas. "Cuando el equipo se ha liberado de esa ansiedad es cuando mejor ha jugado, hemos visto incluso buen fútbol", añadía.

Solucionado el problema deportivo, al menos el más urgente, el de entrar en la senda de la victoria, Martínez Doblas aún tiene por delante otra cuestión caliente , la de solucionar los problemas económicos. Esta semana puede ser crucial en este aspecto, ya que el consejero delegado espera reunirse con la alcaldesa Carmen Heras.

"No podemos seguir con esta preocupación todo el año. ¿Cómo vamos a hacer un presupuesto si no conocemos nuestros ingresos?", se preguntaba Martínez Doblas, que en tono de broma decía que esperaba que la alcaldesa también se contagiara de la euforia que todos tienen esta semana.

El máximo accionista del equipo confía en desbloquear la situación y llevarles algo concreto a los socios a la asamblea que el club espera celebrar este mes.

Las rotaciones de Marcos

Lo que no podrá llevarles a los socios es el once tipo del Cacereño. El domingo contra el Lanzarote el equipo verde volvió a alinear un nuevo once inicial, y van ocho distintos en las ocho jornadas que se han disputado esta temporada. Y para el próximo partido --el domingo contra el Universidad de Las Palmas, el quinto clasificado que en las últimas cuatro jornadas lo ha ganado todo--, Angel Marcos anuncia uno nuevo, aunque, eso sí, "el modelo va a ser el mismo". El técnico verde se explica: "El Universidad es un equipo que juega en un campo de césped artificial y que ha marcado cinco o seis goles entre faltas y córner, es decir, que va muy bien por arriba. Por lo tanto, tengo que introducir alguna variante para contrarrestar su juego aéreo".

¿Tantas rotaciones son un error o un acierto? Nadie tiene el puesto asegurado, pero tampoco nadie está descartado, por lo que los jugadores saben que deben ganarse la titularidad día a día en los entrenos y eso les mantiene siempre alerta. Lo importante, reitera Marcos, es mantener la misma línea de juego, sea quien sea el que esté sobre el terreno de juego.

"De aquí a final de temporada vamos a tener que saber sufrir todos los resultados, habrá que hacer un trabajo muy serio, tanto en los entrenos como en los partidos", indica Marcos ya más tranquilo tras saber a qué sabe una victoria esta temporada, tras haber dejado atrás el deshonroso farolillo rojo .