En la Federación Extremeña de Voleibol la sentencia suena a euforia: "si ésta no es la mejor temporada de siempre, poco le falta". Lo dice José Carlos Dómine, presidente de la territorial, estos días ilusionado ante el próximo reto: la fase de ascenso a Liga FEV, que se desarrollará en Cáceres el próximo fin de semana.

El Extremadura Arroyo ha ascendido a la Superliga femenina 2 tras ser campeón de la liga regular y acabar tercero en la última fase. El debutante Almendralejo, cuarto en la fase de ascenso, tendrá también la opción de jugar en la segunda categoría del voley nacional. En ambos casos, ahora se establecerá el debate, más que nada económico, para decidir si se da o no el salto definitivo.

El presente y el futuro inmediato es el reto de subir a la Liga FEV de la AD Cáceres, que jugará el próximo fin de semana en su pabellón talismán, el del Licenciados, cuna deportiva de la mayoría de los jugadores, un torneo de seis equipos, de los que ascenderán dos.

El viernes, a las 12 del mediodía, el primer rival será el Ibiza. Después llegarán otros. Participan también el San Sadurniño de La Coruña, el Universidad de Valladolid, el CV Andorra, el gran favorito junto al Voley-Playa Madrid.

"Las opciones pasan por hacer valer el factor cancha", proclama Enrique Carrasco, el entrenador cacereño. Con él, la veteranía de hombres como Rafa Sánchez (41 años y experiencia en la máxima categoría, la antigua Acevol, en la que el club extremeño militó en los 90) o Juan Francisco Casado. "Disponemos de una plantilla completa, pero el problema es que para muchos jugadores es la primera fase de ascenso que disputan", añade el técnico, que apela a la "experiencia" de los citados para intentar conseguir el objetivo. En el caso de conseguirlo, como ocurre con Arroyo y Almendralejo, después habrá que hacer cuentas .