Lleva al frente de la Federación Extremeña de Lucha y Deportes Asociados algo más de cuatro años. Acaba de renovar su compromiso, en el último tramo del 2016, para seguir al frente de una territorial nacida apenas hace siete años. Y lo hace con un extraordinario talante, a tenor de sus valoraciones. «Cuando llegamos, apenas había nada, pero estamos consiguiendo cosas», dice desenfadado José María García, profesional de la formación y osteópata, a quien le sale la ilusión a borbotones.

Siempre anda embarcado en proyectos, algunos de ellos de perfil alto. Pocos podrán ganarle a ilusión. «Ya hemos traído a Extremadura campeonatos de España y de Europa», se jacta en recordar, mirando años atrás. Y lo que viene: próximamente llegarán el nacional absoluto de grapplin (sin kimono) y artes marciales mixtas o MMA. Será en la Ciudad Deportiva de Cáceres justamente en un mes: del 10 al 12 de marzo y estarán en la ciudad alrededor de 500 participantes, una cifra exponencialmente espectacular para la modestia de esta federación, que se ha asegurado el apoyo de las instituciones para este evento concreto. Después llegará la pelea de nuevos retos para afrontar... sin miedo.

«Hacemos todo lo posible por el desarrollo de nuestros deportes. Tenemos pocos medios, pero no será por empeño y ganas», proclama como habitual discurso José María García, quien habla y no para de las excelencias de sus colaboradores y de la pujanza de sus deportistas, un aval desde luego poderoso. Por ejemplo, en otra de las disciplinas englobadas en su territorial, la lucha sambo, Extremadura ya se ha subido a lo más alto del cajón en campeonatos de índole nacional, de la mano del seleccionador, Enrique Palacios. La pujanza seguirá creciendo en el futuro, según se pronostica sin remilgos.

Con alrededor de 300 licencias federativas, que se esperan superar casi a cada mes que pase porque el optimismo es generalizado, ya que todo está en plena fase de expansión («más de 100 niños»), se espera que la lucha regional siga escalando puestos en el escalafón nacional e incluso internacional, donde ya ha habido éxitos. «En su día, casi partimos de cero», dice José María García, quien antes fuera vicepresidente de la de karate, una territorial hermana con la que existen excelentes relaciones con sus gestores, especialmente con su histórico presidente, Daniel Timón, un habitual en las galas anuales, y viceversa.

En cuatro años se han logrado contabilizar un total 55 medallas de índole nacional, una estadística extraordinaria para la modestia de este deporte en la comunidad extremeña. Las cifras también dicen que ya se ha participado en 80 eventos, y además en la mayoría de las ocasiones con buenos balances.

Pero hay que ponerlo todo en perspectiva y no mirar al pasado, porque ello sirve para bien poco. Lo más cercano en el tiempo será la participación de las promesas-realidades de la lucha sambo los días 18 y 19 próximos en el nacional junior y de ‘esperanzas’ de nombres de presente y de futuro ocmo Estela Salgado, subcampeona de Europa y Bárbara Palacios, que a sus 17 años ha sido ya subcampeona de España absoluta. Todo ello es «la respuesta del plantel de talentos que son la respuesta al esfuerzo de los técnicos y los clubs extremeños».

José María García, inquieto donde los haya, esboza siempre una sonrisa ante cada reto que se plantee. No le da miedo, en absoluto, pese a los recortes y los problemas que, en el día a día, se le puedan plantear.

Es el perfil modesto de presidente federativo, el mismo que expone Andrés Maján al frente de la Federación de Deportes Aéreos, un caso similar de abnegación y pelea por expandir el deporte minitoritario por toda la región.

Cada día aparece con la perspectiva de dar un paso hacia adelante. ¿Más ayudas? Pues claro: en eso también se piensa para intentar superarse. En otros casos hay resignación. En estos reseñados, desde luego que no: esto está muy vivo.