El consejo de los Grand Slams (GSB, sus siglas en inglés) anunció su propuesta para que el próximo Abierto de Australia cuente ya con un reloj de 25 segundos en pista que cronometraría lo que tarda en sacar cada tenista entre punto y punto.

En un comunicado, el GSB propuso también la posibilidad de que un tenista anuncie su retirada antes de su partido de primera ronda y reciba el 50% del premio que obtendría por haberlo jugado, llevándose la otra mitad el 'Lucky loser' (perdedor afortunado) que ocupe su puesto.

Además, en 2018, se acortará el tiempo del calentamiento previo al partido, desde los 15 minutos hasta 7, con lo que el tenista que no lo cumpla podría ser sancionado con hasta 20.000 dólares (17.000 euros).

De cara a 2019, la propuesta del GSB incluye la reducción del número de cabezas de serie de los torneos de Grand Slam desde los actuales 32 hasta 16.

Más ritmo

El nuevo reloj se empezaría a usar en el próximo Abierto de Australia, que se disputará en Melbourne desde el próximo 10 de enero hasta el 28, y supondría que los tenistas tendrían un máximo de 25 segundos para sacar entre punto y punto, en lugar de los 30 segundos de los que disponen actualmente en Grand Slam.

El tenista Rafael Nadal expresó en las pasadas Finales ATP, celebradas en Londres, que es una medida que no le gusta ya que "hay situaciones a las que cada uno se tiene que adaptar".

"No es una medida que me guste. No es lo mismo jugar a 40 grados que a 15 grados. Hay situaciones a las que cada uno se tiene que adaptar, y para eso tenemos al árbitro", expresó el tenista sobre una iniciativa que se utilizó en las pasadas 'Next Gen Finals' disputadas en Milán con la participación de los tenistas jóvenes más prometedores.