Fiel a su estilo, con una mezcla de humildad y pasión deportiva que lleva un sello inconfundible, salió ayer a escena el Extremadura Arroyo, representante regional en la Superliga de voleibol femenino por tercer año consecutivo.

"Estamos mejor que el año pasado, en el que tuvimos algunos problemas en pretemporada. Siempre es difícil. Estamos buscando un patrocinador principal que nos ayude". En lo deportivo, "sabemos cuál es el objetivo, aunque conseguir plaza en la Copa del Rey es una quimera, pero podemos hacerlo". El presidente y entrenador del club, el incombustible Adolfo Gómez, respondía así cuando, como cada inicio de campaña, se le pregunta sobre los objetivos marcados. Traducción : estar entre los 6 primeros antes de fin de año para seguir haciendo historia.

Efectivamente. Se percibe rápidamente que hay muy buen rollo en el equipo, muy remozado, en el que entrenan 14 jugadoras, entre ellas las tres nuevas extranjeras, Gracieli do Monte, Jessika Soares y Magget Nbow, que incluso terminaron hablando y expresando lo integradas que se encuentran. También es nueva Marta Palomar, joven talento del voley pacense y una jugadora de incuestionable futuro.

Aunque con ausencias en el acto por cuestiones laborales o de estudios (este club no es profesional, pese a la categoría), como las de Bea Gómez o la juvenil cacereña Rosa Sarró, otra apuesta de futuro desde su condición de mejor jugadora de su edad, el Arroyo encara la temporada desde mañana con optimismo, pese a que se encuentre con un calendario nada magnánimo: para empezar, se recibe (19.00 horas) al Naturhouse de La Rioja, dominador casi absoluto del voleibol femenino nacional a lo largo de las tres últimas campañas.

Un equipo rural

En el Hotel Cáceres Barceló V Centenario, el escenario que sigue albergando las presentaciones de varios de los mejores clubs de la comunidad, se repitieron las palabras 'humildad' e 'ilusión' en varias ocasiones. Lo hizo la entusiasta, emotiva y carismática capitana, Yohana Rodríguez, e incluso la alcaldesa de Arroyo de la Luz, Raquel Molano, "orgullosa" de que el club sea "embajador" de la localidad en toda España. Al tiempo, invitó a las nuevas a que se "sientan como en casa".

"No es fácil. No somos profesionales, sino rurales. Esto supone un enorme esfuerzo", insistió Gómez, quien sí ensalzó el grupo humano que se había reunido. Con ellos, el técnico citó a Carmen Fernández, segunda entrenadora; Judith Pérez, la preparadora física, y Teodoro Jiménez, el delegado, además de al histórico José Fragoso, el fundador del club ahora retirado voluntariamente de él tras muchos años siendo clave, también presente en el acto.

La cuestión económica también salió a colación, como es habitual. Habrá 11 equipos tras la renuncia de Murcia, pero cuatro viajes a las Islas, entre otras cifras, harán que el presupuesto se resienta especialmente. Sin embargo, en el Arroyo, con sus 6.200 habitantes detrás, muestran su satisfacción por el hecho de que sea la única representación del oeste español en la élite.