El césped respondió con un excelente rendimiento a la exigencias del partido. Su estado se convirtió en centro de atención en las semanas previas, ya que las elevadas temperaturas que se han registrado durante todo el verano lo habían quemado. El club puso en marcha un proceso de sustitución total del césped. La escasez de tiempo impedía las técnicas habituales de re-siembra y tuvo que optar por una solución más contundente: se arrancó el piso anterior en su totalidad y se sustituyó por tepes nuevos, invirtiéndose 465.000 euros.