Puebla: Meli; Fati, Maite, Mari Angeles, Raquel; Lupe, Cecilia, Vanesa, Lali; Lourdes y Conchi.

Espanyol: Cristina; Anne, Olga, Miriam, Marta; Noemi, Lara, Carol, Marta Cubí; Adriana y Sara.

Goles: 0-1 M. 16: Sara. 0-2 M. 85: Adriana.

árbitro: Paloma Quintero Siles (Extremeña). Mal (0). Pasó por alto un agarrón a Lupe dentro del área que pareció penalti. La historia de siempre. Amonestó a Lupe (78´)/, y a Marta (10´).

Incidencias: Un centenar de personas en el Municipal Poblanchino. Enorme indignación en la directiva del Puebla tras el plante televisivo. No se ofreció el partido por Teledeporte a pesar de las previsiones que había en ese sentido. Al perro flaco...

Con sólo diez jugadoras de campo y dos porteras como todo potencial, mermado irreparablemente por las lesiones, ninguno de los dos contendientes hizo cambio alguno, con futbolistas desubicadas tapando huecos por necesidades del guión..., el Puebla sólo pudo ser ayer testigo de excepción de la celebración del título liguero por parte del Espanyol. Daba envidia, sana envidia, ver como las blanquiazules celebraban por todo lo alto su primer campeonato tras un partido que tuvo su suspense más allá de los 90 minutos reglamentarios. El duelo en Bilbao, donde el Híspalis pasó de tenerlo todo a favor a tirar por la borda el título, finalizó casi 10 minutos después del de Puebla y los segundos se hicieron horas en los rostros catalanes. Eso sí, la explosión de júbilo fue luego de las que hacen época.

COLOR VISITANTE Por lo demás, el partido fue claramente para las visitantes. Con todo su potencial al servicio de la causa, impecables tácticamente y dispuestas a agotar sus opciones hasta el final, el bloque de Santi Fernández no descansó hasta que inauguró el marcador. Fue superado el primer cuarto de hora y en un error defensivo local que aprovechó Sara (m. 16). Pudo sentenciar Adriana en un saque de falta poco después, pero el paradón de Meli lo evitó (m. 19). Cuando el Puebla quiso entrar en el partido, la jugada clave fue un agarrón de camiseta y pantalón a Lupe dentro del área (m. 37), Quintero no consideró nada.

Menos mal que el Puebla no se jugaba más que la honra, pero siempre se repite la misma historia y lo de las dos varas de medir. Ahí se acabó el Puebla. El esfuerzo pasó factura y los nervios del Espanyol no pudieron ser aprovechados por las locales. Luego vino la incertidumbre del marcador en Bilbao y la sentencia con la rúbrica de Adriana, tras una diagonal perfecta para coger la espalda a la zaga poblanchina (m. 85). Un poco más de tensión, la larga espera y la apoteosis blanquiazul para acabar.