El despropósito no tiene límites en el Cacereño. Mi amigo Paco pronosticó hace mucho tiempo que el Cacereño no iba a fichar a nadie en este mercado invernal. Y va camino de tener razón. Félix Campo, ahora que se le había convencido, estaría de fiesta: mientras se frustraban las contrataciones de Yeyo y Vilaseca, el Cerro presentaba a dos futbolistas, uno de ellos pretendido por el Cacereño, Jorge Ortiz. ¡Y eso que es uno de los líderes! Si hasta el más modesto, el Coria, también contrata jugadores buenos --el meta Luisma--. Y el Cacereño, ridículo. Anoche, nuevo paso y reunión en el nuevo club, el Ciudad de Cáceres. Lo tienen fácil.

*Periodista.