Magnus Carlsen fue presentado al mediodía de ayer en Mérida ante los medios de comunicación extremeños. Por la tarde, este noruego de 13 años de edad, el Gran Maestro Internacional de ajedrez más joven del mundo, ofreció una exhibición de 25 partidas simultáneas ante algunos de los mejores jugadores de la región.

Carlsen parte hoy hacia Sanxenxo (Pontevedra) para aportar su grano de arena desde mañana y hasta el próximo día 26 para que su club, el Magic de Mérida, logre la permanencia en el Campeonato de España por equipos de División de Honor (meta que obtendrán los siete primeros clasificados entre diez participantes).

Magnus se mostró como un chico introvertido, acorde a su edad. El objetivo de las cámaras de televisión y de los reporteros gráficos, aparte del bombardeo de preguntas (alrededor de una veintena), parecieron intimidarle en exceso, pese a contar con el respaldo de su progenitor a escasos metros.

Cambio de personalidad

Como si del doctor Jekyll y mister Hyde se tratara, Magnus se transforma al hablar de ajedrez. "Aspiro a ser campeón del mundo, por lo que quiero trabajar más para ser el mejor. ¿Idolos? Nadie en especial. Mi juego quizá sea agresivo para un joven de mi edad. ¿El rival más temido en este campeonato? Ninguno. No doy importancia al calificativo de Mozart y no me molesta que me comparen con Fischer y Kasparov. El Magic no ganará el Campeonato, pero mantendremos la categoría", llegó a decir con la ayuda de una intérprete.

Al margen del ajedrez, Magnus Carlsen dijo que juega al fútbol cuatro días a la semana y esquía en invierno. El noruego admite que la liga española de fútbol "la sigue un poco, pero no tengo a ningún jugador como favorito".

Su compañero de equipo, Manuel Rodríguez, desveló que el joven le expresó su deseo de ver el sábado el Barcelona-Real Madrid. Con dificultad, en castellano, pronunció un "¡Hola, Mérida!" ante los medios.