Viene de la página anterior dice el presidente del Cerro de Reyes que, además de solicitar expresamente el apoyo de la prensa en la regeneración del fútbol en la región, quiere poner, con un ejemplo, el dedo en la llaga: "La empresa JOCA ha dado 100 millones de pesetas para el balonmano en Valladolid y en nuestra región no se gasta ni un duro".

En la misma onda se manifiesta el técnico Rafa Rus. "Falta apoyo, falta dinero y nadie confía en el fútbol de aquí. Las aficiones y las instituciones han abandonado a este deporte". El nuevo técnico del Plasencia también hace un paréntesis para la autocrítica al reconocer "todos hemos sumado para que se llegue a esta situación. El fútbol extremeño se ha ido muriendo poco a poco y nadie lo ha remediado. No supimos aprovechar nuestro momento. Cuando estuvimos en la élite no se ayudó a los clubs" y pone como ejemplo a las regiones de Murcia o Castilla-La Mancha: "Allí las instituciones tratan al fútbol de otra manera".

No todos, sin embargo, apelan a la ayuda institucional como el Xanadú, la situación ideal que serviría para reflotar este depauperado barco. Angel Marcos lo tiene claro: "El fútbol no lo han de sufragar las instituciones; deben pagarlo los que les gusta el fútbol". Matiza, no obstante: "Es bueno que haya ayudas, pero no podemos ampararnos solo en ellas. Hay que buscar fórmulas para hacerlo más atractivo". El técnico apuesta por captar "aficionados, empresarios, publicidad... que nos permitan crecer y ser más competitivos. Donde no hay dinero debe haber paciencia y cabeza".

Dirigentes culpables

Cachola no es tan optimista. "Deberíamos mentalizarnos de que lo nuestro es lo primero, pero cambiar el chip de la gente es complicado. El fútbol extremeño actualmente no representa a nadie; necesitamos dar un giro de 180 grados". El dirigente pacense entona el mea culpa ("los dirigentes somos los primeros culpables") y aventura un futuro poblado de negros nubarrones ("mientras no haya interés las cosas van a ir a peor").

Rus pone el dedo en la llaga: "Es posible que muchos entrenadores hayan alejado a los aficionados de los campos con el mal juego que han preconizado en sus equipos", pero no arroja la toalla: "Ahora estamos en el punto más bajo, pero creo que podemos remontar". Su receta es sencilla: "Formar a nuevos jugadores, ilusionar a la gente y dar espectáculo en Tercera para enganchar al público", pero es consciente de que para ello "es necesario generar dinero".

El exárbitro y federativo Fernando Carmona Méndez hace una lectura en la que resume el pasado y las opciones de futuro: "La situación actual obedece a una falta de adaptación a la realidad en el pasado, a la negligente política de derroche de los dirigentes de los clubes. Mientras no se logre sanear a los equipos no se conseguirá aunar voluntades. A partir de ahí, empresarios e instituciones pueden plantearse ayudar al fútbol regional".

Carmona es optimista y piensa que se está generando"una dinámica de cambio" en el fútbol extremeño. "Hay que seguir el ejemplo de Huelva. Hace 10 años su situación era agónica y, a base de hacer las cosas, fíjate dónde están hoy", resalta.

José Manuel Romero, portero del Miajadas, coincide a la hora de alertar en la mala gestión económica de los directivos, pero también señala con el dedo a la afición. "Envidio a esas aficiones de Atlético de Madrid, Betis, Cádiz que, aunque esté mal, animan a su equipo y se identifican plenamente con él" y minimiza la importancia de practicar un fútbol atractivo que devuelva a la gente a los estadios. "El Real Madrid ha ganado la Liga jugando el peor fútbol de su historia...Aficionados y empresas quieren que haya buen fútbol en Tercera cuando ni siquiera se practica en Primera", concluye.