BARCELONA: Víctor Valdés, Oleguer, Puyol (Gabri, min. 87), Motta (Belletti, min.40), Gio, Van Bommell (min. 56, Giuly), Deco, Iniesta, Ronaldinho, Larsson, Etoo.

REAL MADRID: Casillas, Cicinho, Raúl Bravo, Sergio Ramos, Roberto Carlos, Beckham, Baptista, Guti, Zidane, Robinho (min. 34, Mejía), Ronaldo.

GOLES: 1-0-Min. 22: Ronaldinho, de penalti. 1-1-Min. 36: Ronaldo.

ARBITRO: Medina Cantalejo. Dos amarillas a Roberto Carlos (dos, expulsado en el minuto 25) y amarillas a Guti, Ronaldo, Baptista. Por los locales, amarilla a Van Bommell, Gio.

Barcelona y Real Madrid firmaron anoche un empate atípico que, pese a consolidar a los azulgrana en el liderato, tuvo cierto mérito blanco, ya que jugó durante muchos minutos con diez. Casillas fue el más destacado del choque, con paradas para todos los gustos.

Para empezar, Van Bommell perdonó ante Casillas tras un magistral pase al hueco de Ronaldinho. Fue la primera oportunidad de los locales, que se acercaban con total facilidad ante los dominios de Iker Casillas, sin duda el mejor de los blancos en este periodo.

Un penalti inexistente de Roberto Carlos sobre Van Bommell dio el 1-0 al Barcelona. Ronaldinho convirtió con maestría y facilidad, engañando a Casillas. La posterior expulsión de Roberto Carlos parecía decantar el partido definitiva y claramente para los azulgrana, pero no fue así. Todavía iban a suceder muchas cosas en el clásico.

Sin embargo, y pese a la injusticia del gol local, el Barcelona se estaba mostrando siempre muy superior, creando ocasiones claras y perdonando en los metros finales ante la meta del gran Iker Casillas, siempre genial.

Cuando el Madrid jugaba peor, llegó Ronaldo para empatar. El brasileño, pleno de velocidad y clase, se plantó ante Víctor Valdés e igualó el encuentro. En la misma jugaba se lesionó Motta, con una dolencia muscular.

El tanto blanco aplacó el fuelle del Barcelona, que hasta el final del primer tiempo siguió dominando, aunque en ningún caso con la peligrosidad que había demostrado hasta entonces.

El público también se calmó y pasó de la euforia a la calma ante el desarrollo del encuentro.

SEGUNDA PARTE En el segundo tiempo, el Barcelona siguió con su acoso ante la meta de Casillas. Pero al mismo tiempo, daba la impresión de que los locales tenían cierto temor al único argumento ofensivo del Madrid: los contragolpes de Ronaldo. El equipo de López Caro, sin insistencia, sí amenazaba con el arma de la velocidad del brasileño.

Hasta el minuto 20 no tuvo el Barcelona su primera gran opción del segundo tiempo. Tras un pase de Ronaldinho, Larsson encaró solo a Casillas, que le adivinó la intención y desvió su disparo inocente a puerta.

A renglón seguido, otra jugada discutida, después de un derribo a Ronaldo que no fue señalado por el colegiado.

Larsson volvió a tener la sentencia en el descuento, pero marró solo de cabeza ante Casillas. La liga, en cualquier caso, tiene color azulgrana: once puntos de ventaja muy clarificadores.