Será el próximo sábado, a las 20.00 horas. No es exactamente un "todo o nada", porque en caso de no conseguirse el ascenso habrá una segunda oportunidad en los playoffs , pero se le parece bastante porque, al menos en apariencia, todo está muy a favor. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad se enfrenta en casa al Guadalajara y, si gana, tendrá la plaza deportiva en la LEB Oro en el bolsillo, pase lo que pase en el Amics Castellón-Tarragona.

Sin embargo, nadie se fía un pelo de lo que pueda pasar esa tarde de tensiones, de máxima responsabilidad, de máxima alegría o indisimulada decepción al cabo de apenas dos horas de baloncesto. Es un juego y puede pasar cualquier cosa.

El precedente Juárez

La desconfianza parte del propio vestuario, en el que, sí, se siente que ya se ha hecho lo más difícil. Nada se temía más que la visita al Tarragona. Y con razón: durante muchos minutos el Cáceres no pudo estar tranquilo el sábado, aunque al final la diferencia fuera holgada (54-68). Sin embargo, al último cuarto se llegó con desventaja en el marcador y los datos en ataque --solamente siete canastas de dos puntos en todo el choque-- dejan intuir un cierto bloqueo con el balón en las manos. Los triples (14 en total) salvaron que el equipo pueda mantener la sartén del ascenso directo por el mango.

El Guadalajara llegará sin jugarse nada a nivel clasificatorio. Su victoria ante el Cambados (93-66) le asegura el tercer puesto, pase lo que pase, por lo que se puede dejar caer que no llegará con tanta tensión competitiva como si, por ejemplo, tuviese que ganar para conservar el factor pista en alguna de las eliminatorias de playoff . Se trata, eso sí, de un equipo en un estupendo momento, destacando dos nombres propios: Edu Durán (40 puntos el sábado, 8/12 en triples) y Duane James, intrascendente en el Cáceres hace un año y que ahora está realizando un trabajo muy valioso.

Otro aspecto que se recordará estos días es el hecho de que el entrenador del equipo sea Javier Juárez, el mismo que dirigía al Illescas cuando, en una fase final de ascenso a LEB Oro en el 2008, enmudeció al Cáceres en el mismísimo Multiusos. Del carácter ultracompetitivo que imprime a los suyos quedan pocas dudas.